Jesucristo en mi vida. Hora Santa.

Jesucristo en mi vida. Hora Santa.

Jesucristo en mi vida. Hora Santa.

Parroquia de San Pío X

Se reza la estación al Santísimo Sacramento

 

Jesús Hostia Santa,  Pan vivo que por amor has querido quedarte en medio de nosotros para tocar con tu amor nuestras vidas y transformarlas para que sean odres nuevos con vino nuevo para que nuestros hermanos puedan probar lo maravilloso que es su Amor, déjanos aprender que en este pedazo de pan estas vivo, real y verdadero, y no nos abandonas en medio de la necesidad. Amén.

 

Lectura del Santo Evangelio según San Juan (6, 67-69)

Jesús dijo a los Doce: “¿También ustedes quieren marcharse?”.  Le respondió Simón Pedro: “Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo de Dios”.

Palabra de Dios. Meditamos en silencio y compartimos ( la frase que más nos guste).

 

Canto

Señor a quien iremos, tú tienes palabras de vida                                                                                                                                                                     Nosotros hemos creído que Tú eres el Hijo de Dios.                                                                                                                                                                      Soy el pan que os da la vida eterna, el que viene a mi no tendrá  hambre                                                                                                                                           el que viene a mi no tendrá sed, así lo ha hablado Jesús.

 

Leemos atentamente y pausadamente.

       Aparte de los títulos que constituyen la identidad de Jesucristo, el mismo Jesús se da otros títulos que deben influir decisivamente en mi vida cristiana.                                                                                                                                                                                                                                                                   Se llama Hermano.  Porque es hombre en todo como nosotros, “no se desdeña de llamarnos hermanos”. Y el mismo Jesús ordena. “Vayan y díganles a mis hermanos”.         (Hebreos 2, 11;     Jn. 20,17).                                                                                                                                                                   Se presenta como Modelo, ya que el Padre, “a los que conoció y eligió de antemano, los predestino a ser conformes con la imagen de su Hijo”. Y de pronto Jesús dirá. “Les he dado ejemplo ç, para que hagan ustedes lo mismo que he hecho Yo”(Rom. 8,29.J. 13,15).                           Por ser modelo, es también un  Líder, que se pone delante “Quien me sigue, no anda en tinieblas”.  Y puede decir con imperio “Tú sígueme” (Jn 8,12; Lc 19,21)                                                                                                                                                                                                                                                        Y no solo da estímulos, sino que ofrece la Vida, porque “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia tengan en abundancia”(Jn 10,10)                                                                                                                                                                                                                                                 Se llama Maestro: me llaman Maestro, y dicen bien, porque lo soy. Uno solo es maestro Cristo(Jn. 13,13; Mt. 23,8)                                                   Aunque tantos títulos algo majestuosos y serios, caen ante la amabilidad del otro que se da a Si mismo, cuando se llama Amigo. “Ya no les llamo siervos, yo les llamo amigos   (Jn. 15,15).                

 Todo esto, y mucho más, es Jesús para mí. Pero, entonces, viene el preguntarme tantas cosas decisivas, y que yo me debo responder con toda seriedad. Si es un hombre, Hermano mío en todo, ¿cabe más amor?¿y tengo miedo, y mi generosidad es a medias?     

Si es un Modelo obligado, ¿puedo ser yo deforme? He de mirar siempre a Cristo, para parecerme a Él y a nadie más. Aquí, al revés de lo que ocurre en cualquier exposición o concurso, no se admiten originalidades. La labor de copia es la única reconocida.                                                     Si es un Líder y guía, ¿puedo ir yo a tientas o dando trompicones?…..Si es Vida, ¿me es dado vivir en la muerte del pecado, o estar muchas  a punto de sucumbir?…                                                                    

Si es Maestro, ¿tengo el derecho a seguir en mi conducta criterios equivocados, los criterios porque se rige el mundo, enemigo de Jesucristo?…

Si es Amigo, ¿le trato como a un extraño. con relaciones interpersonales a larga distancia, y por ejemplo, le dejo solo –¡que espere!-   en la soledad de su Sagrario….

 

Todos Mi Señor Jesucristo, conocerte a ti es la suma Sabiduría. Saberte tratar y amarte, el gozo más intenso. Retenerte en mi corazón, la mayor riqueza. Irse transformando en ti, la labor más grandiosa….Y esto quiero hacer yo, mirarte siempre. Amarte siempre. Seguirte siempre. Vivir siempre de ti. Y tratarte siempre como mi mejor amigo…¿Qué más puedo desear, que mas puedo conseguir? Teniéndote a ti, tengo todas las riquezas del cielo….

 

Contemplemos                           respondemos salmodiando.

Señor Jesús, el único solo Altísimo.                                                      

                     –Que te conozca y te ame siempre más.  

Señor Jesús, Hermano mío, igual en todo como yo.  

– Que te conozca y te ame siempre más.    

Señor Jesús, que me quieres ganar el corazón.                                                                      

– Que te conozca y te ame siempre más.   

Señor Jesús, líder que vas delante de mí como el guía mejor. 

– Que te conozca y te ame siempre más. 

 Señor Jesús, que quieres te siga adondequiera que vas.

– Que te conozca y te ame siempre más.    

Señor Jesús,  Modelo que el Padre me ofrece para imitar.  

– Que te conozca y te ame siempre más.  

Señor Jesús, Vida que me llenas de la vida de Dios.

– Que te conozca y te ame siempre más.   

Señor Jesús, Que derramas tu  Espíritu en mi corazón. 

– Que te conozca y te ame siempre más.   

Señor Jesús, Maestro que me enseñas toda verdad.     

– Que te conozca y te ame siempre más.  

Señor Jesús, que disipas todos los errores de mi mente                                                            

– Que te conozca y te ame siempre más.

Señor Jesús, Amigo entrañable de mi corazón.  

– Que te conozca y te ame siempre más.

 

Todos. Señor Jesús, el más bello de los hombres, yo quiero vivir una honda amistad contigo. Te hago con insistencia la ferviente petición: “Que te conozca íntimamente, que te ame con ardor, que te siga fielmente”. Llena así mi vida entera, para que sea digna de ti.  Madre María, ¿Quién como Tú conoció y amo a Jesús?….Haz que yo, imitándote a ti, acepte su palabra y sus ejemplos. Que de vueltas y vueltas en mi corazón a todo lo de Jesús. Así saldré, como saliste Tú , una copia perfecta del modelo e ideal que el Padre se forjo sobre mí, y abre conseguido del todo el fin de mi vida cristiana.

En mi vida. Leemos despacio y meditamos de manera personal. Siempre que medito en Jesús, me hago unas preguntas obligadas. ¿Es Jesús el ideal de mi vida? ¿Me  llena la mente y el corazón durante todo el día?… Debo comprender que, sin este ideal de Jesucristo, mi vida será una vida ramplona, del montón, sin provecho para mí y sin trascendencia para la salvación de los demás, a los que yo me debo también. Mientras que si me comprometo con Jesucristo, mi existencia en la tierra será feliz, fecunda, pletórica de gracia y de entrega a todos para llevarlos a todos  hasta Cristo.

 

Oremos

Los títulos que Jesús se da a si mismo nos dicen lo grande que es y, sobre todo, lo mucho que nos ama.  Por eso aclamamos:

Gloria y honor a Cristo Jesús.

Señor Jesucristo, tus palabras nos dicen que tu vida no es de egoísmo ni de aprovechamiento mundano, sino de amor y entrega.

Danos el seguirte fielmente hasta allí donde Tu estas.

Señor Jesucristo, son muchos los hombres que no te conocen y por eso no van a Ti

Atráelos a todos para que sepan que en ti tienen la salvación.

Por las comunidades cristianas, para que sepan leer los signos de los tiempos y respondan a las llamadas del Espíritu;

Así trabajaremos todos por el bienestar de todos, por la eliminación de la justicia, de la guerra y de todo lo que entorpece el querer de Dios sobre los hombres, los hijos que Él ama.

 

Cantamos todos el Padre nuestro.

 

Todos. Señor Sacramentado, que estas siempre aquí, noche y día, para irnos trabajando y conformando contigo en todos tus sentimientos y virtudes, hasta hacer de nosotros unos Cristos como Tú, en tus manos nos ponemos, Señor, para que con esas sus manos divinas hagas de nosotros unas obras maestras para la gloria del Padre. Así sea.

 

Canto.

Cuando, miro tu santidad, cuando siento tu gran amor.                

Cuando lo que me rodea se aclara con tu Luz.

Encuentro gozo en mi corazón, y Tu reinas en mi voluntad.   

Cuando lo que me rodea se aclara con tu Luz. 

// Te adorare, te adorare yo vivo por Ti y te adorare//

                    

Escuchemos con atención.

  1. Al célebre Padre Passaje S. J. se le pregunto dónde estaba el secreto de aquella su admirable actividad apostólica y respondió.                                                                                                –Sencillamente miro al Jefe, y me digo Síguele.
  2. El siervo de Dios José Antonio Plancarte. Abad de la Basílica de Guadalupe México, soñaba en una adoración continua al Santísimo. Hoy está  establecida en aquella Basílica, la antigua de la Virgen, convertida  en Templo de Adoración Perpetua al Señor Sacramentado. Era una gracia que le pidió  al mártir  San Felipe de Jesús. Alcánzame de Dios la santidad que debo tener para ser un Templo vivo de expiación. Para  que en mi corazón se funde la adoración perpetua  a Jesús Sacramentado. Para que ya emplee fielmente los favores del cielo en la salvación de mi alma y el bien de nuestros compatriotas. Para que  redoble mis esfuerzos en el servicio de Dios y la salvación de las almas.                                                                                                                                                                                               –Adoración  perpetua  en el templo, y la consiguió… Adoración perpetua en la propia alma, y en eso se convirtió.
  3. Primera, evangelización de América del Norte. El misionero –los indios le llamaba “El vestido  negro”- es llamado para asistir  al jefe de la tribu moribundo.                                                                                                                                                                                                                                          –Vestido negro, dime otra vez el nombre de aquel que me amo tanto y murió por mí.  El Padre le enseña el crucifijo:                                                                                                                               -Mira es este: Nuestro Señor Jesucristo.                                                                                                               –Buen Jesús, cuanto me duele el haberte conocido tan tarde. Si te hubiera conocido antes. Cuanto te hubiera amado.

 

Recemos  el  Santo Rosario y la coronilla de la Misericordia por, ofrezcámoslo  por  todas las necesidades del mundo entero.

 

¡Unidos en la Eucaristía!

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