“DICHOSO EL HOMBRE HONRADO QUE SE COMPADECE Y PRESTA”.
¡Aleluya!
¡Feliz el hombre que teme al Señor
y valora mucho sus mandamientos!
Su semilla será pujante en el país,
los retoños del hombre bueno serán benditos.
Le va bien al compasivo y que presta,
y lleva sus negocios en conciencia,
pues nada logrará perturbarlo:
el recuerdo del justo será eterno.
No tiene miedo a las malas noticias,
pues en su corazón confía en el Señor;”
su corazón está firme, nada teme,
al final, despreciará a sus adversarios.
Es generoso en dar a los pobres,
su honradez permanece para siempre,
su cuerno aumenta en gloria.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México