“Denles ustedes de comer”.

“Denles ustedes de comer”.

Denles ustedes de comer


Genaro Valdivia.

Las páginas del evangelios arrancan momentos de una eterna esperanza de que las palabras pronunciadas por nuestro Señor Jesús se cumplen al pie de la letra: Mat 14:16 Mas Jesús les dijo: “No tienen por qué marcharse; dadles vosotros de comer.” El hambre de nuestros pueblos se recrudece cuando el alimento principal no es comido por los fieles: “el cuerpo y la sangre de Cristo”, pero el hambre del hombre común y corriente se hace inaguantable porque no tienen el alimento principal que es Dios; la dieta de los hombres no incluye al alimento principal, “el pan de vida”, se ha eliminado de ellos y ahora empiezan a padecer de esa enfermedad llamada: “anemia espiritual”, que no sólo daña lo del espíritu, sino que se expande por toda la vida del hombre, en lo familiar se rompe el equilibrio y el objetivo principal ya no es hacer feliz a la esposa o esposo y a los hijos; en el trabajo ya el objetivo, no es santificarse sino enriquecerse y cuando no se logra es una amarga frustración donde nace la semilla de la envidia y el resentimiento; en lo social ya no es la convivencia fraterna entre hermanos, sino un status a dónde quiere llegar y si ese hermano es el medio, aunque cueste lo haces; así podría enumerar más elementos donde la falta de alimento que es Dios despedaza la integridad del hombre; el Señor ahora dice al fiel: “denles ustedes a sus hijos a Dios de comer”, denles a sus cónyuges a Dios, denlo en el trabajo, en la escuela, para todos hay, no pierdas tiempo, ¿acaso no es más importante que sean felices y se nutran de calidad?, muriendo de hambre habiendo tanto alimento.

La capacidad de alimentar de Dios no sólo es de 8,000 piezas, niños, mujeres, ancianos y hombres van a recibir el alimento de vida; hoy el hambre se pudiera erradicar con sólo darles a Dios y sobraría, es fácil de extinguirse el hambre, tan sólo tu comieras dos veces al día, recuerda que el alimento no es lo más importante, sino toda palabra que sale de la boca de Dios cfr. Mat 4, 4; el cuerpo se ha acostumbrado a comer 3 veces al día que en cada tiempo exige sea alimentado, más en muchas ocasiones no necesitas ese alimento, sólo el pan de vida que es Dios, el hábito de comer tres veces esclaviza y vuelves a sentir hambre, las mujeres viven su vida en la cocina.

Las comidas light han empobrecido las vidas de los fieles, que light también se alimentan en la eucaristía, es decir sin amor al alimento de vida; a cada discípulo Jesús les dice invítalos a que se sienten, invita en tu mesa el pan más suculento, dales tú de comer y sé el primero en alimentarte de Dios, se el primero que como el alimento de Dios, que te vean que te gusta y estás bien nutrido, la comida que es Dios, contiene todos los elementos indispensables para tu crecimiento; es una frase imperativa, da testimonio de que yo soy el alimento tuyo, que te nutro en tu vida, que me multiplico en tu familia, que me doy noblemente para alargar la vida: “yo soy el pan de vida”, alimento que consumen los discípulos y con ese alimento se consuma la salvación, el crecimiento y la santificación, es lo que debemos dar a nuestros hermanos más necesitados. ¿Les doy de comer?, claro primero dales a Dios y luego mándalos con alimento físico, con cobija, con unas monedas, mándalos llenos de amor para que ellos amen y glorifiquen al Padre, al Hijo y al Espíritu santo; demos con confianza de que nuestro Señor cumple lo que el dice: “yo soy el pan de vida, el que viene a mí no volverá a tener hambre”.

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