“A USTEDES SE LES HA CONCEDIDO CONOCER LOS MISTERIOR DEL REINO DE LOS CIELOS, PERO A ELLOS NO”.
Los discípulos se acercaron y preguntaron a Jesús: “¿Por qué les hablas en parábolas?”
Jesús les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos, no.
Porque al que tiene se le dará más y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.
Por eso les hablo en parábolas, porque miran, y no ven; oyen, pero no escuchan ni entienden.
En ellos se verifica la profecía de Isaías: Por más que oigan no entenderán, y por más que miren no verán.
Este es un pueblo de conciencia endurecida. Sus oídos no saben escuchar, sus ojos están cerrados. No quieren ver con sus ojos, ni oír con sus oídos y comprender con su corazón… Pero con eso habría conversión y yo los sanaría.
¡Dichosos los ojos de ustedes, que ven!; ¡dichosos los oídos de ustedes, que oyen!”
Yo se lo digo: muchos profetas y muchas personas santas ansiaron ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron; desearon oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron.
Los discípulos se acercaron y preguntaron a Jesús: “¿Por qué les hablas en parábolas?”
Jesús les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos, no.
Porque al que tiene se le dará más y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.
Por eso les hablo en parábolas, porque miran, y no ven; oyen, pero no escuchan ni entienden.
En ellos se verifica la profecía de Isaías: Por más que oigan no entenderán, y por más que miren no verán.
Este es un pueblo de conciencia endurecida. Sus oídos no saben escuchar, sus ojos están cerrados. No quieren ver con sus ojos, ni oír con sus oídos y comprender con su corazón… Pero con eso habría conversión y yo los sanaría.
¡Dichosos los ojos de ustedes, que ven!; ¡dichosos los oídos de ustedes, que oyen!”
Yo se lo digo: muchos profetas y muchas personas santas ansiaron ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron; desearon oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México