“ENVÍA, SEÑOR, TU ESPÍRITU A RENOVAR LA TIERRA”.
Bendice al Señor, alma mía!
¡Eres muy grande, oh Señor, mi Dios,
vestido de gloria y majestad,
¡Señor, qué numerosas son tus obras!
Todas las has hecho con sabiduría,
de tus criaturas la tierra está repleta!
Si escondes tu cara, quedan anonadados,
recoges su espíritu, expiran
y retornan a su polvo.
Si envías tu espíritu, son creados
y así renuevas la faz de la tierra.
¡Que la gloria del Señor dure por siempre
y en sus obras el Señor se regocije!
Ojalá que le agrade mi poema,
yo, como sea, me alegro en el Señor.
Bendice al Señor, alma mía!
¡Eres muy grande, oh Señor, mi Dios,
vestido de gloria y majestad,
¡Señor, qué numerosas son tus obras!
Todas las has hecho con sabiduría,
de tus criaturas la tierra está repleta!
Si escondes tu cara, quedan anonadados,
recoges su espíritu, expiran
y retornan a su polvo.
Si envías tu espíritu, son creados
y así renuevas la faz de la tierra.
¡Que la gloria del Señor dure por siempre
y en sus obras el Señor se regocije!
Ojalá que le agrade mi poema,
yo, como sea, me alegro en el Señor.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México