“MUESTRANOS,SEÑOR, EL CAMINO DE LA SALVACION”.
No te reprendo por tus sacrificios,
o por tus holocaustos, que están siempre ante mí.
No tomaría un toro de tu establo
ni un chivo de tu corral.
Pero al impío Dios le dice:
“¿Por qué vas repitiendo mis preceptos,
y andas siempre hablando de religión,
tú que odias mis reprensiones
y te echas mis palabras a la espalda?
Si tú lo haces, ¿tendré yo que callarme?,
¿o piensas que yo soy como tú?
Te acusaré y te lo echaré en cara.
Me honra el que da gracias con sacrificios,
pero al que va por camino recto,
le haré ver la salvación de Dios”.
Biblia Latinoamericana /se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México