Mira que te he ofrecido en este día el bien y la vida, por una parte, y por la otra, el mal y la muerte. Lo que hoy te mando es que tú ames a Yavé, tu Dios, y sigas sus caminos.
Observa sus preceptos, sus normas y sus mandamientos, y vivirás y te multiplicarás, y Yavé te dará su bendición en la tierra que vas a poseer.
Pero, si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses para servirlos,
yo declaro hoy que perecerás sin remedio. No durarás largo tiempo en el país que vas a ocupar al otro lado del Jordán.
Que los cielos y la tierra escuchen y recuerden lo que acabo de decir; te puse delante la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia.
Ama a Yavé, escucha su voz, uniéndote a él, para que vivas y se prolonguen tus días, mientras habites en la tierra que Yavé juró dar a tus padres, Abrahán, Isaac y Jacob.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México
EL RIESGO DE LA LIBERTAD
Dios que te hizo libre, respeta tu libertad,
te llama la atención porque quiere que mires,
porque quiere que elijas el camino verdadero sin que te engañes,
porque quiere que sepas que la libertad se ejercita
en la decisiva opción entre “la vida y la muerte, el bien y el mal”.
De ti depende que goces de vida y del bien…
De lo que elijas siempre depende cómo acaece tu existencia.
Dios quiere que recuerdes que una elección del mal o de la muerte,
tendrá consecuencia negativa en algún momento de tu vida.
Y, ¿cómo optar siempre por la vida y por el bien?
Cumplir el mandato divino, amar al Señor, seguir sus caminos,
son condiciones necesarias para alcanzar la bendición…
¿Quieres vivir bien? Ama al Señor, escucha su voz, adhiérete a él,
y gozarás la vida y la prosperidad que ofrece la promesa del Señor.
¿Quieres vivir mal? Deja que tu corazón se endurezca cada vez más,
nunca obedezca la palabra del Señor, sométete a los dioses falsos,
deja que los ídolos de este mundo te dominen y te arrastren al sinsentido de la vida.
¿Qué quieres? De ti depende. Dios, porque te ama, respeta tu libertad…
Tú decides, pero no culpes después a nadie…
Debes asumir el riesgo que encierra el uso de tu libertad…
Y recuerdes que “sólo Dios basta”, que sólo Él te puede dar
la vida en abundancia, la paz y la felicidad…
Búscalo, decídete por él, conviértete a él, síguelo de corazón.
A él lo encontrarás en lo más hondo de tu interioridad,
y en todos los acontecimientos de tu existencia personal y familiar,
y en todas las personas que a diario te rodean.
De ti depende, tú decides…
hermosa reflexion, Bendito sea el Señor!!!