Tú serás Padre mi Único Dios. Mc. 12,29-31 Jesús le contestó :
29″ El primer mandamiento es: Escucha Israel: El Señor nuestro Dios es un único Señor.
30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas.
31 Y después viene este otro: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún otro mandamiento más importante que éstos”.
A ti mi Padre celestial, sólo reconozco como mi único y verdadero Dios vivo, dueño de mi existencia, hacedor de todo cuanto existe, el más grande y maravilloso tesoro que jamás hubiese pensado tener. Mi dueño, por quien mi corazón busca sin cesar, deseando siempre sentirte tan cerca de mí, en qué momento de mi vida pude sobrevivir sin ti, tan alejada de la verdadera felicidad. Te alabo y te bendigo mi Rey por haber permitido que está nada pueda gozar de tus divinos consuelos. Te amo y te alabo por ser tú mi Paraíso, donde se goza mi alma.
Te pido perdón por cuantas veces ignore tu presencia divina en mi vida, sin valorar cuanto bien hacías en ella. Por todas aquellas ocasiones que pudiendo ayudar a alguien fui indiferente y seguí de largo sin importarme su dolor.
Te rogamos Padre por todas las familias del mundo por sus necesidades espirituales y materiales, principalmente aquellas que están a punto de separarse a causa de infidelidad, por todas aquellas que sufren violencia. Padre Bendícelas. Tú que eres todo Amor, llena sus corazones de la paz y felicidad.