“La Vida del Hombre: Conocer y amar a Dios”.
• Dios, es creador.
Como hijos de Dios, se tiene que trabajar en la tarea que se nos ha confiado, por medio del bautismo. Por tal motivo debe uno prepararse para cumplir con esta misión tan hermosa, tan importante, que Dios nos ha confiado, como hijos amados.
Lo que vamos a ver, será solo el inicio de un estudio atento de la religión católica. Con el tiempo será necesario que vaya uno profundizando siempre más en su propia fe, para poder mañana, orientar (convencidos verdaderamente de nuestra fe, de que Dios es creador de vida), y dar luz a los hermanos que se encuentran viviendo sin la presencia de Dios, que caminan en la oscuridad.
Gn. 1; 1.
“En el principio creó dios el cielo y la tierra”.
Con las palabras citadas anteriormente, se entiende, que todo lo que vemos es obra del amor de Dios; el sol, la luna, las aves, los arboles, el agua etc. Cuando vemos una pintura, ella misma nos habla del pintor que la hizo. De la misma manera cuando vemos los arboles, el cielo etc., ellos mismos nos hablan de Dios que los hizo.
• CREAR quiere decir; hacer las cosas de la nada. Esto es algo que solamente Dios puede hacer.
Ningún hombre por más fuerte o famoso que sea, puede decir; “hágase una montaña”. Los hombres pueden hacer muchas cosas solo sirviéndose de otra materia, por ejemplo; el carpintero, hace la silla sirviéndose de la madera, los clavos, el pegamento, etc. Solamente dios puede decir; “Haya sol en el cielo” y el sol empieza a existir. Este mundo tan hermoso, nos habla a cada momento, del amor omnipotente de Dios.
A todo esto nos preguntamos: ¿Por qué Dios creo al hombre?
C.I.C. 1.
“Dios infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad y amor, ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su vida bienaventurada”.
Y en efecto, todo lo hizo Dios por una simple razón: “Por Amor”.
“Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza”.
Gn. 1; 26 – 27.
26 Dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. . . .
27 Y creo dios al hombre a su imagen.
A imagen de Dios lo creo.
Varón y mujer los creo.
Todo esto lo hizo Dios, “por amor”. Dios es un Espíritu purísimo, aunque no se ve ni se toca, podemos constatar su acción poderosa, por medio de su creación.
• ¿Cómo sabemos que existe Dios?
– Primero, observando la creación, por lo que hemos visto.
Rm. 1; 20.
“Lo que Él es y no podemos verlo ha pasado a ser visible gracias a la creación del universo, y por sus obras captamos algo de su eternidad, de su poder y de su divinidad. De modo que ya no tienen disculpa”.
– Segundo, Todos los hombres tenemos el anhelo hacia Dios.
¿Quién dejó impreso en el corazón del hombre, este anhelo de buscarlo?
Solamente un ser superior que puede mandar en todos los humanos, y este ser es, “Dios”.
San Agustín, al encontrar a Dios, después de andarlo buscando por todos los medios, exclamo; “OH Dios, tan antiguo y siempre nuevo, tarde te he encontrado. . . Nos creaste para Ti, Señor, y nuestro corazón estará impaciente hasta que no llegue a Ti”.
– Tercero, todos los hombres llevamos impresa en el alma la ley moral. Todos sabemos lo que es bueno y lo que es malo. Cuando cumplimos esta ley moral, sentimos alegría y satisfacción; cuando la quebrantamos, sentimos remordimiento y vergüenza.
Esta ley moral obliga a todos los hombres de todos los tiempos y de todas las naciones, y nos habla del Creador, que la grabo en todas las conciencias, y quién nos dará el premio o castigo, de acuerdo a nuestras obras.
C.I.C. 1950.
“La ley moral es obra de la sabiduría divina”.
Se puede definir en el sentido bíblico, como una instrucción paternal, una pedagogía de Dios. PRESCRIBE al hombre, los caminos, las reglas de conducta que llevan a la bienaventuranza prometida; PROSCRIBE los caminos del mal que apartan de Dios y de su amor. Es a la vez, firme en sus preceptos y amable en sus promesas.
• Las perfecciones de Dios.
Dios tiene todas las perfecciones en grado infinito, porque Dios es;
? ETERNO. Siempre ha existido y siempre existirá.
Sal. 90 (89); 2.
“Antes que nacieran las montañas y aparecieran la tierra y el mundo, Tú ya eras Dios y lo eres para siempre”
? INMENSO. Está en todas partes: en el cielo, en la tierra y en todo lugar. No esta limitado por espacio o lugar alguno.
1 Re. 8; 27.
¿Podría Dios en realidad habitar en la tierra? ¡Si los cielos, y los cielos de los cielos no pueden contenerte, cuánto menos lo podrá esta casa que he construido!
? INFINITAMENTE SANTO. Dios ama el bien y aborrece el mal. En él no puede haber la menor sombra de pecado o imperfección.
Is. 6; 3.
“Y gritaban respondiéndose el uno al otro: Santo, Santo, santo es Yavé de los ejércitos, su gloria llena toda la tierra”.
? INFINITAMENTE JUSTO. Dios premia o castiga a cada uno según sus obras.
Sal. 119(118); 137.
“Tú eres justo Señor, y rectos son tus juicios”.
? INFINITAMENTE FIEL. Dios cumple siempre sus promesas.
Mt. 24; 35.
“Pasaran el cielo y la tierra, pero mis palabras no pasaran”.
• La Santísima Trinidad.
En Dios hay tres personas realmente distintas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
El Padre, es Dios; el Hijo es Dios; el Espíritu Santo es Dios, pero no son tres dioses, sino un solo Dios verdadero en tres personas distintas.
Se trata de una verdad que supera toda nuestra capacidad de entendimiento. A esta verdad se le llama; Misterio de la Santísima Trinidad. Sabemos que existe este Misterio porque Jesús mismo nos lo revelo.
Mt. 28; 19.
“Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”.