“VUELVETE AL SEÑOR Y DEJA YA DE PECAR”.
A los que se arrepienten les concede que vuelvan, anima a los que se descorazonaron.
Conviértete al Señor y renuncia al pecado, rézale y disminuye tus ofensas.
Vuélvete al Altísimo y apártate de la injusticia, ten horror de lo que es abominable.
¿Quién alabará al Altísimo en la morada de los muertos? Son los vivos los que le dan la alabanza?
El muerto no puede alabar, es como si no existiera; es el vivo, el que está sano, el que alaba al Señor.
¡Qué grande es la misericordia del Señor, y su perdón para los que se convierten a él!
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México