TU ERES SACERDOTE PARA SIEMPRE.
Palabra del Señor a mi señor:
“¡Siéntate a mi derecha
y ve cómo hago de tus enemigos
la tarima de tus pies!”
Desde Sión extenderá el Señor
el cetro de tu mando:
domina en medio de tus enemigos.
Tuyo es el principado
desde el día de tu nacimiento;
de mí en el monte sagrado tú has nacido,
como nace el rocío de la aurora.
Juró el Señor y no ha de retractarse:
“Tú eres para siempre sacerdote
a la manera de Melquisedec”.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México