Al atardecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos: “Crucemos a la otra orilla del lago.
Despidieron a la gente y lo llevaron en la barca en que estaba. También lo acompañaban otras barcas.
De pronto se levantó un gran temporal y las olas se estrellaban contra la barca, que se iba llenando de agua.
Mientras tanto Jesús dormía en la popa sobre un cojín.
Lo despertaron diciendo: “Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?”
El entonces se despertó. Se encaró con el viento y dijo al mar: “Cállate, cálmate. El viento se apaciguó y siguió una gran calma.
Después les dijo: “¿Por qué son tan miedosos? ¿Todavía no tienen fe?”
Pero ellos estaban muy asustados por lo ocurrido y se preguntaban unos a otros: “¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?”
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México