La publicación de este artículo puede parecer insignificante, más para muchos matrimonio se puede volver una pesadilla, la gran discriminación que muchos pequeños experimentan por ser hijos adoptivos nos puede mandar una alerta de una cultura imitadora, que refleja una cultura fría donde no se justifica en absoluto el hostigamiento y ataque verbal y fisico que unos hermanos hacen a otros hermanos, simplemente por no ser hijos del vientre de una madre que por diversas circunstancias no pudo ser fertil y que tomaron la opción de adoptar a un hijo o a una hija.
El periódico el gaudium de la arquidiócesis y en especial el Padre José de jesús trata un tema real con la siguiente trama:
NO ACEPTAN A MI HIJO ADOPTADO
Lunes 17 de Enero de 2011 por P. Jose de Jesus
Padre José de Jesús:
Yo soy una mujer muy deprimida le voy a resumir mi vida: tengo más de 15 años de casada; me casé con la idea e ilusión de tener hijos; pero nunca pude tenerlos por problemas en la matriz.
Mi tiempo de fertilidad se está acabando o ya se terminó. Me siento frustrada al no verme realizada como madre biológica.
La opción que tomamos mi esposo y yo, fue la adopción y Dios me concedió ser madre adoptiva, pero mi hijo me pide un hermano, pero ¿cómo se lo doy? yo sé que le hace falta un compañerito porque es muy egoísta; es buen niño pero se está haciendo muy egoísta.
En mi casa y en la casa de mi esposo, no todos lo aceptan, me lo hacen mucho de menos yo me siento muy mal cuando vamos de visita a mi casa y mi papá les da domingo a mis sobrinos que son de la edad de mi hijo y al mío no lo toma en cuenta; o para los Reyes a los sobrinos sí les llega algún detalle en su casa pero al mío no. Tal vez sea porque tanto en casa de mi esposo como en la mía, son de familia muy numerosa, y nunca se había tenido un caso semejante. Mi hijo ya siente el rechazo, ya que aunque tiene 3 años ya comprende las cosas.
Me siento triste padre, no se diga en casa de mi esposo; sus hermanos no le hace ningún cariño ni de chiste; eso me preocupa y no puedo pensar en otra adopción, me da miedo.
Me siento desesperada padre, ayúdeme yo necesito platicar. Tengo tanto rencor y amargura en mi corazón, ayúdeme por favor.
Ayúdeme por favor no deje de contestarme necesito mucho un consejo.
Soyla Martínez
Soyla:
Entiendo perfectamente tu frustración por no poder ver tu ilusión de ser madre biológica, y seguramente pasarás por momentos de tinieblas muy fuertes; pero vamos a ver qué es lo que se puede hacer.
En primer lugar, creo que ustedes tuvieron que recibir capacitación para poder llevar la educación de un hijo adoptivo, y así lo debió de proporcionar la casa cuna de donde adoptaron a su hijo.
Por otro lado, el diálogo que debes de mantener con tu esposo con respecto a la educación de tu hijo debe ser siempre permanente, pues sobre todo el niño debe sentirse bien con ustedes y son los demás, y no se le debe dar una atención sobrecargada de afecto de manera que le pudiera llevar a una personalidad egoísta.
Algo muy importante también es que ustedes hablen con sus respectivas familias, y que les hagan ver las cosas como son. A veces tendemos a prejuiciarnos de muchas cosas, y eso lleva a que guardemos odios y rencores con muchas personas, pero eso hace un gran daño a quien odia más que al odiado. Creo que no es justo que guardes ese odio si antes no han hablado claramente con sus respectivas familias. Háganles ver las cosas como son y casi estoy seguro de que cambiarán de actitud.
Finalmente, recuerda que la regla de oro para todo problema con cuatro cosas: confesión, comunión, asistencia a Misa, si es posible todos los días, y la oración personal y en familia. Eso les hará salir de cualquier lugar en el que se encuentren, por más difícil que sea.
Dios es “todo oídos”, y no desatiende la súplica de sus hijos.
P. José de Jesús Ibarra Andrade
