Escuchemos lo que dice el Espíritu Santo: Ojalá escuchen hoy la voz del Señor;”
no endurezcan su corazón, como ocurrió en el día amargo, el día de la tentación en el desierto,
cuando me tentaron sus padres, me pusieron a prueba y vieron mis prodigios
durante cuarenta años.
Por eso me cansé de aquella generación y dije: “Siempre andan extraviados, no han conocido mis caminos.
Me enojé y declaré con juramento: No entrarán jamás en mi lugar de descanso”.
Cuidado, hermanos, que no haya entre ustedes alguien de mal corazón y bastante incrédulo como para apartarse del Dios vivo.
Más bien anímense mutuamente cada día, mientras dura ese “hoy”; que ninguno de ustedes se deje arrastrar por el pecado y llegue a endurecerse.
Hemos pasado a ser solidarios de Cristo, pero con tal de que mantengamos hasta el fin nuestra convicción del principio.
no endurezcan su corazón, como ocurrió en el día amargo, el día de la tentación en el desierto,
cuando me tentaron sus padres, me pusieron a prueba y vieron mis prodigios
durante cuarenta años.
Por eso me cansé de aquella generación y dije: “Siempre andan extraviados, no han conocido mis caminos.
Me enojé y declaré con juramento: No entrarán jamás en mi lugar de descanso”.
Cuidado, hermanos, que no haya entre ustedes alguien de mal corazón y bastante incrédulo como para apartarse del Dios vivo.
Más bien anímense mutuamente cada día, mientras dura ese “hoy”; que ninguno de ustedes se deje arrastrar por el pecado y llegue a endurecerse.
Hemos pasado a ser solidarios de Cristo, pero con tal de que mantengamos hasta el fin nuestra convicción del principio.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México