“UNA GRAN REFLEXIÓN PARA ESTA NAVIDAD”
Esta reflexión va dirigida, a todos los jóvenes y señoritas, que están viviendo un momento en su vida de total autonomía, en el cual no aceptan o no quieren, que nadie les diga lo que tienen o no tienen que hacer. Pero que muchas veces, quieren quedar bien delante de otras personas, pero no delante de las personas que realmente los quiere más, sus propios padres, papá y mamá.
En la primera carta a Timoteo capitulo 5 versículo 4; se les dice: “Aprendan esto primero a cumplir sus deberes con su propia familia y ayudar a sus padres. Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios”.
Vivamos, la navidad en familia y abramos nuestro corazón, porque ha nacido Jesús, el Hijo de Dios, que ha venido a: – SALVARNOS del tormento eterno (Ef. 2; 8.)
“Ustedes han sado salvados por la fe, y lo han sido por gracia. Esto no vino por ustedes, sino que es un don de Dios”.
-SANAR nuestro cuerpo enfermo (Mc. 1; 41 – 42.)
“Sintiendo compasión, Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo; “Quiero, queda limpio”. Al instante quedo sano.
-Que RENACIERAMOS (por medio del Bautismo) de la muerte eterna (Ef. 2; 5.)
“Estábamos muertos por nuestras faltas y nos hizo revivir con Cristo: ¡Por pura gracia todos hemos sido salvados!
-ENSEÑARNOS a vivir en unión y en paz, con todos los pueblos de la tierra (Ef. 2; 17 – 1.)
“Vino como Evangelizador de la paz: paz para todos los que estaban lejos, y paz para los judíos que estaban cerca. Y por ÉL, los dos pueblos llegamos al Padre en un mismo Espíritu”.
-Que, no MURAMOS, sino que, VIVAMOS (1 Cor. 15; 51 – 52.)
“Por eso les enseño algo misterioso: aunque no todos muramos, tendremos que ser transformados cuando suene la última trompeta. Será cosa de un instante, de un abrir y cerrar de ojos”.
-Que FUERAMOS LIBRES (Gal. 5; 1.)
“Cristo nos liberó, para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan al yugo de la esclavitud”.
-Que fuéramos ricos, en AMOR (2 Cor. 9; 11.)
“Sean ricos en todo, den con generosidad, y todo esto será transformado, en acciones de gracia a Dios”.
Que en esta navidad el Espíritu de Dios, se manifieste en cada corazón de tus seres más queridos. No le sierres la puerta al Hijo de Dios, como sucedió hace más de 2000 años, abre tu corazón para que él nazca y viva en ti.
Ef. 1; 17 – 19. “Que el Dios de Cristo Jesús, nuestro Señor, el Padre que está en la gloria, se les manifieste dándoles Espíritu de Sabiduría y de revelación para que lo puedan conocer.
Que les ilumine la mirada interior, para apreciar la esperanza a la que han sido llamados por Dios. La herencia tan grande y gloriosa que reserva Dios a sus santos, y la fuerza incomparable con que actúa, a favor de los que creemos”.