En ese día cantarán de esta manera en el país de Judá:
Tenemos ahora una ciudad amurallada;
El ha construido para defendernos
no una, sino dos murallas.
Abran las puertas para que entre la gente buena,
que cumple fielmente
y se queda firme.
Tú la guardas en paz porque confía en ti.
No duden nunca de Yavé,
pues Yavé es la Roca para siempre.
El doblegó a los que vivían en las alturas,
en la ciudadela de la cual nadie podía apoderarse;
la derribó, la demolió y la redujo a escombros.
Ahora es pisoteada,
pasan sobre ella los pies de los humildes y de los pobres.
Tenemos ahora una ciudad amurallada;
El ha construido para defendernos
no una, sino dos murallas.
Abran las puertas para que entre la gente buena,
que cumple fielmente
y se queda firme.
Tú la guardas en paz porque confía en ti.
No duden nunca de Yavé,
pues Yavé es la Roca para siempre.
El doblegó a los que vivían en las alturas,
en la ciudadela de la cual nadie podía apoderarse;
la derribó, la demolió y la redujo a escombros.
Ahora es pisoteada,
pasan sobre ella los pies de los humildes y de los pobres.
Biblia Latinoamericana/ se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México