Evangelización y formación de discípulos. Tema 3
Lugar y cantidad para dar el anuncio.
Por Juan revilla.
El sistema que mejor ha estructurado el anuncio del kerigma y sin duda de ello es el que el Padre Alfonso Navarro (que en paz descanse) diseñó, es decir el sistema integral de la nueva evangelización (SINE), perfectamente bien estructurado y probado ya por años, donde muchos de nosotros fuimos capacitados para dar ese primer anuncio. No es raro que todos los evangelizadores de antaño utilicemos ese método, el mismo Pepe Prado y varios tomaron como base el sistema y adaptándolo de acuerdo a las necesidades de la ciudad donde se vive y todavía es más loable, que en la misma reunión de Aparecida se haya tomado gran parte de ese sistema para llevarlo al continente, honor a quién se dejo ungir por el Espíritu santo para elaborar el sistema (Padre Alfonso Navarro).
Lugar donde anunciar el mensaje.
Uno de los problemas que enfrenta la evangelización y en este caso anunciar el primer anuncio, es que no se cuenta con lugares apropiados, muchas parroquias improvisan y ven la oportunidad de “meter” a la gente donde creen que es conveniente, sin embargo hoy detectamos que es necesario contar con un espacio bien acondicionado para “sacar” del mundo aquellos a quienes van a recibir el anuncio, claro que sabemos que Jesús no tenía salones, auditorios, o sitios muy amplios, todo eran en lugares despoblados, montes, casas, pero había ese factor tan anhelado: la paz y la tranquilidad para escuchar el mensaje, que no haya tantas distracciones que obstaculicen la palabra de Dios, que de por sí es difícil de escuchar, tener el tiempo para hacerlo y más aun estar incómodo en una silla que nos hacen cambiar de posición constantemente que casi dan ganas de ponerse de pie, por falta de costumbre de estar sosiego sólo escuchando la palabra viva de Dios. Realmente no se necesitan enormes edificios o grandes territorios de metros para los retiros, lo importante es que estén a gusto, cómodos, que accedan a los sanitarios con facilidad, porque no se qué pasa pero a como se levantan constantemente cuando se escucha la palabra de Dios, ¿será que está saliendo el mal?, puede ser.
La comunicación con los alimentos y un poco de esparcimiento será lo que se necesite, aparte de poder llevar las dinámicas correspondientes y mesas de reunión, entonces si es importante el lugar, también estamos conscientes de que el rentar un auditorio, un salón y sillas implica un gasto y esto puede ir directamente al costo de la entrada del retiro, sin embargo poniendo en práctica unas palabras de nuestro buen amigo Carlos Cordero que dice: “cuando la evangelización llega a una parroquia, está prospera tanto humana como económicamente”.
La cantidad de oyentes que van a recibir la buena nueva.
Cuando vemos un aglomerado de 150 a 500 hermanos recibiendo el mensaje del kerigma nos deberíamos de sentir, felices y motivados para reunir más cantidades de hermanos que empiezan el proceso de evangelización, pero queridos hermanos ahí es donde está el problema, entre mayor sea la cantidad de hermanos menos eficaz es el anuncio y no por falta de eficacia de la palabra de Cristo, de ningún modo, sino más bien porque la gente no está recibiendo como es debido la palabra, pues entre mayor cantidad el descuido para cada uno de los presentes será significativo reflejado en una pérdida de control en la asimilación de los temas, de las dinámicas, de la prestación personal a sus inquietudes, a detectar problemas que pueden obstaculizar ese nuevo nacimiento y seguramente por la cantidad de personas habrá muy pocas conversiones, vuelvo a repetir no por falta de eficacia de la palabra, ni por una predicación deficiente, sino por la falta de control de los hermanos que están ahí, por otro lado entre mayor sea la cantidad obvio que se necesiten mayores espacios y entre mayores espacios mayor personal para atender, por ejemplo si en una parroquia se llevan a cabo las confirmaciones de unos 200 niños y el cura y el equipo evangelizador llegan a un acuerdo de dar el kerigma a todos ellos, ve la cantidad total 200 más 400 de los papas y 100 de los padrinos dan un total de 700 gentes , por fuerzas se tienen que dividir en 2 o 3 partes y aun asi hablamos de 3 grandes espacios , con tres equipos evangelizadores o rotar a la gente, servidores, equipos de intercesión, vaya que es una gran proeza pero que se reflejará en pocas conversiones por no tener el control de esos hermanos, unos estarán distraídos, unos platicando, otros contestando el celular, otros dormidos y todo a una mala planeación, que insisto no va a ver conversiones entonces ¿de que sirve anunciar la buena nueva si se va a perder como la semilla que cae fuera del camino?.
Por las experiencias de grupos evangelizadores, por recomendaciones de SINE los grupos tienen que ser recomendablemente de 30 a 70 gentes, permite tener un control de sanitarios, de comida, de sillas adecuadas, de espacio para la reflexión y todo lo que el equipo evangelizador necesita aplicar, además no necesita muchos servidores pues el trato va a ser personal entre los predicadores, pastorcitos (encargados de grupos de reflexión), equipo de servicio e intercesión. La pregunta obligada sería entonces ¡así será lento el proceso de evangelizar?, no necesariamente porque no es una sola parroquia evangelizando sino toda la Iglesia renovada, por tanto habrá muchos equipos que bien formados en su forma de organizar el anuncio dará grandes conversiones y hombres y mujeres nuevos en la vida personal y eclesiástica digna de hijos de Dios.
Para resumir es muy importante que los equipos evangelizadores tengan bien en cuenta el factor espacio y cantidad de hermanos que van a recibir el anuncio, aun recordando que Jesús predicaba para 5,000 gentes, o la conversión de 3,000 al anuncio de San Pedro, no se duda del Espíritu santo, sino más bien la duda es de uno y entre más complicado sea el anuncio menos llegará al corazón, y por eso Jesús cuenta la parábola del sembrador, pues todavía para uno va a ser más complicado, esperemos que tengan bien en cuenta estos dos factores que tratamos.