El plan diocesano de pastoral entra en una importante etapa y junto con las campañas de la pastoral social y la misión continental, necesita de que los laicos y seglares empiecen a tener una formación pastoral integral, por esa razón la arquidiócesis de León a hecho énfasis en las escuelas e institutos que van a ser los encargados de esa formación.
Objetivo:“Que todos los Secretariados, departamentos y comisiones hagan su aporte para la formación integral, encausándolo a las diferentes instancias formativas actuales, teniendo muy presente el cometido que se tiene respecto a la Escuela de Agentes de Pastoral”.
Para desarrollar esto se requiere:
I.- Especificar lo que es la Formación Integral desde el Plan Diocesano.
II.- Lograr que dichos aportes los encaucen a las distintas instancias formativas. Tomando en cuenta los Contenidos Teológicos y el Método Pastoral que propone la Iglesia.
III.- Tomar muy en cuenta todo esto, en relación a la EAAP.
¿QUÉ ES LA FORMACIÓN INTEGRAL?
El Plan Diocesano 2006-2010, al mencionar la primera Estrategia de la primera meta y de la primera línea de acción (pág. 109 del libro) nos pide que los procesos formativos sean INTEGRALES, y aclara diciendo que abarque todas las dimensiones de la persona y todas las pastorales.
Lo que habría que definir entonces son las dimensiones de la persona y las pastorales; que se abarque estas dos realidades, para que los procesos sean realmente INTEGRALES.
El mismo Plan, nos aclara lo que abarcan estas dos realidades al hablar del Primer Problema Eclesial, en la pág. 25 y 26, donde nos pide que los Procesos en la fe abarque las tres pastorales: Catequesis, Liturgia y Social que lleguen a todas las dimensiones de la persona: política, económica, familiar, educativa, recreativa, religiosa. (Doc. De Aparecida, punto 6.2.2.1.)
Prácticamente nos da la definición de INTEGRAL el mismo Plan Diocesano. Aunque pudiéramos decir que las dimensiones de la persona que se mencionan no son todas, pudiéramos incluir el arte, la organización, las formas de comunicación, la ecología y el folklore, etc.
Para que la Formación sea INTEGRAL, habría que relacionar ambas realidades, y es que esto es obvio y lógico. El Evangelio, con sus pastorales, debe iluminar la sociedad y más específicamente la cultura, donde se desarrolla la persona.
El mismo Plan da más fuerza a esto, al presentar por ejemplo un análisis de los Núcleos Problemáticos: los presenta como Sociales y Eclesiales. También cuando habla del Marco de la Realidad, presenta ésta realidad desde lo Social y lo Eclesial. Inclusive se habla del Contorno, refiriéndose a la realidad social y habla del Entorno, refiriéndose a la realidad eclesial.
Por lo tanto, para lograr la FORMACIÓN INTEGRAL, tendríamos que iluminar con el Evangelio la realidad social y todas las dimensiones de la persona humana.
Este apartado nos pide entonces que los Secretariados, los Departamentos y las Comisiones, hagan sus aportes para lograr una Formación Integral, encausando dicha Formación hacia las diferentes instancias formativas actuales, sobre todo a la EAAP.
Que los Secretariados de Catequesis, Liturgia y Social; que los Departamentos de Jóvenes, Familia, Vocaciones, Salud, Movilidad Humana y Penitenciaria; así como las Comisiones del Clero, Arte Sacro, Cultura, Educación, Apostolado de los Laicos y Música Sacra… aporten la Formación necesaria y completa, a las diferentes instancias formativas que hay en la Diócesis, especialmente a la Escuela Arquidiocesana de Agentes de Pastoral.
Así entonces que cada Secretariado, Departamento y Comisión aporte lo suyo desde su carisma e identidad, para tratar de abarcar todas las dimensiones de la persona, y apoyados en cada una de las pastorales arriba mencionadas.
LOS CONTENIDOS
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS DEBEMOS TOMAR EN CUENTA AL DESARROLLAR LOS CONTENIDOS TEOLÓGICOS EN LA FORMACIÓN QUE VAMOS A APORTAR A LAS DISTINTAS INSTANCIAS FORMATIVAS?
Según el Directorio Diocesano de Catequesis en el apartado # 13, nos dice que debemos cuidar que dicha Enseñanza abarque las siguientes Dimensiones: (Doc. De Aparecida, punto 6.2.2.2.)
1.- Dimensión Cristológica.- Jesucristo es el centro de la catequesis. La Palabra de Dios, antes de ser algo (un libro o escritura), es Alguien: Jesús de Nazareth. En la plenitud de su persona y de su ministerio, El se sitúa como el hilo conductor de la Revelación y de la fe. Por eso, es también el centro indiscutible de la proclamación catequética y punto esencial de referencia que, finalmente, converge el contenido de la catequesis.
2.-Dimensión Eclesial.- La Iglesia está llamada a discernir la acción de Dios en nuestra historia, porque Él continúa manifestándose en las diferentes culturas, en los acontecimientos, en las exigencias y en las aspiraciones de nuestros tiempos.
3.- Dimensión Personal.- La catequesis busca el encuentro interpersonal entre Dios y la persona humana. Por medio de ella se realiza el ministerio de la Palabra, elemento fundamental de la evangelización.
4.-Dimensión Comunitaria.- La Revelación se hizo a una comunidad y se sigue transmitiendo comunitariamente. La catequesis de un modo o de otro, según las personas y las circunstancias, lleva a una integración a la vida comunitaria de los discípulos de Jesús.
5.-Dimensión Social.- La Revelación pide a la persona una respuesta de fe en el plano social que lo conduzca a un cambio de estructuras. Todo el Evangelio tiene una dimensión social y por lo tanto, la catequesis, al transmitirlo de manera explícita, transmite la Doctrina Social de la Iglesia dentro de su opción preferencial por los pobres.
6.- Dimensión Existencial y Liberadora.- La catequesis, considerada en su globalidad, no ha de ser presentada como un mero adoctrinamiento, ajeno al curso normal de la vida. La catequesis está atenta a las situaciones históricas y a las necesidades y aspiraciones humanas.
7.-Dimensión Liberadora.- La catequesis es anuncio de liberación. Al hacer discípulos del Señor Jesús, realiza obras de concientizacion y de liberación orientadas al compromiso a favor de un mundo que sea conforme al plan de Dios. Es el aspecto comprometedor y promocional de la catequesis como mediación de la Palabra de Dios que revela, de forma privilegiada, el proyecto de liberación total de la humanidad y de la historia, al cual el Dios revelado en Jesucristo nos está llamando.
Es muy importante que los aportes que hagamos, contengan estas Dimensiones para lograr unir el Evangelio con las distintas dimensiones del hombre.
EL METODO
¿CUÁL ES EL MÉTODO DE PASTORAL QUE DEBEMOS UTILIZAR AL DESARROLLAR LOS TEMAS QUE REALIZAREMOS PARA LOGRAR LA FORMACIÓN INTEGRAL EN LAS INSTANCIAS FORMATIVAS?
Los pasos metodológicos son ayuda para que los Evangelizadores no se dispersen.
El Catecismo de la Iglesia Católica, presenta cuatro grandes temas, que abarcan la metodología divina y que debe de llevar al hombre a vivir en Santidad: El Credo, los Sacramentos, los Mandamientos y la Oración, apoyados en el esquema del Padre Nuestro.
Por ello proponemos el siguiente método ya que es el método que ofrece la Iglesia: que las Verdades teológicas, contenidas en el Credo, nos lleven a experimentar la presencia de Dios a través de la práctica sacramental y cultual para poder dar testimonio en el mundo y alcanzar así la santidad, como discípulos y misioneros de Cristo.
Y aquí están reflejadas desde luego en cada una de las Pastorales:
– La Pastoral Catequética, que promueve las verdades teológicas.
– La Pastoral Litúrgica, que promueve la vida sacramental.
– La Pastoral Social, que promueve el actuar del hombre según losmandamientos.
Así pues, podemos desarrollar un método uniendo las tres pastorales:
Que se CONTEMPLE como primer paso, el Misterio Divino contenido en las Verdades de la Iglesia. Es prácticamente el desarrollo del Tema. (PASTORAL CATEQUÉTICA)
Que se CONFRONTE como segundo paso, con la vida. Es prácticamente comparar el tema anterior con el actuar moral del hombre. (PASTORAL LITURGICA)
Que haya una EXPRESIÓN DE FE como tercer paso, reconociendo la necesidad que tenemos de Dios y elevar a Él nuestras necesidades. (PASTORAL SOCIAL)
CONCLUSIÓN:
Que los aportes que pide este enunciado, con una buena Teología y un buen Método, que incluya a todas las pastorales, iluminen a la vez la realidad social en donde el hombre desarrolla todas sus dimensiones. Que la cultura y el Evangelio vayan agarrados de la mano.