Y ahora te ruego, señora -aunque no te escribo un mandamiento nuevo, sino el que tenemos desde el comienzo-, que nos amemos unos a otros.
Y el amor consiste en vivir de acuerdo a sus mandamientos.
Este es el mandamiento que oyeron desde el comienzo, y así es como han de vivir.
En este mundo se han presentado muchos seductores, que no reconocen a Jesús como el Mesías venido en la carne. En eso mismo se reconoce al impostor y al anticristo.
Tengan cuidado, para que no pierdan el fruto de sus trabajos, sino que reciban el pleno salario.
El que se aventura y no permanece en la doctrina de Cristo no posee a Dios; el que permanece en la doctrina, ése posee al Padre y al Hijo.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México