Nosotros trabajamos con Dios y para él, y ustedes son el campo de Dios y la construcción de Dios.
Yo puse los cimientos como buen arquitecto, pues recibí ese talento de Dios, y otro construye encima. Que cada uno, sin embargo, se pregunte cómo construye encima.
Pues nadie puede cambiar la base; ya está puesta, y es Cristo Jesús.
¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. El templo de Dios es sagrado, y ese templo son ustedes.
Yo puse los cimientos como buen arquitecto, pues recibí ese talento de Dios, y otro construye encima. Que cada uno, sin embargo, se pregunte cómo construye encima.
Pues nadie puede cambiar la base; ya está puesta, y es Cristo Jesús.
¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. El templo de Dios es sagrado, y ese templo son ustedes.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México