En esto, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros, se puso a decir primeramente a sus discípulos: “Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.
Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse.
Porque cuanto dijisteis en la oscuridad será oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas será proclamado desde los terrados.
“Os digo a vosotros, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más.
Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése.
“¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios.
Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.