MI ESPOSA, DESDE QUE NOS CASAMOS, NO QUIERE TENER HIJOS
Lunes 18 de Octubre de 2010 por P. Jose de Jesus · 1 Comentario
Padre José de Jesús:
Le quiero agradecer a Usted, porque con esta sección del periódico GAUDIUM, nos da la oportunidad de poder expresarnos, y aprender de las experiencias de los demás.
Hace tiempo que quería exponerle mi caso, pero sinceramente no me animaba porque me imaginaba que todo mundo iba a saber que era yo; pero ahora creo que más nos sirven las experiencias, para que, lo que le pasa a cada quien, nos prevenga a los demás.
Mire Padre, en mi familia somos seis hermanos, cuatro hombres y dos mujeres. Yo soy el más grande de mi casa. Cuando era soltero, me encontré a una muchacha con la que comencé a tener una relación de amistad, y que yo veía que era muy simpática. La cortejé y nos hicimos novios.
En el tiempo de noviazgo, todo fue maravilloso, ella era la mujer perfecta, pues era sumamente inteligente, sencilla, trabajadora, y todas la virtudes que quisiéramos en una mujer. Eso me llenaba de orgullo, porque se podría decir que yo andaba con la mejor mujer del barrio, porque además, era muy bella y estaba estudiando, y prometía ser una gran profesionista.
Mi familia, estaba muy contenta con ella, y la recibieron como si fuera de la casa. De hecho, ya entraba a mi casa con gran confianza, y eso me hizo sentir seguro de ella.
Llegó el día en el que tanto ella como yo, terminamos nuestras respectivas carreras profesionales, y después de un tiempo decidimos contraer matrimonio. Mi familia, recibió la noticia con gran alegría, y me apoyaron en todo al igual que a ella los de su familia.
Todo pasó sin mayores complicaciones porque el primer año, todo iba muy bien, los domingos nos íbamos a misa, luego íbamos con mis papás o con los suyos, íbamos al cine, en fin, creo que seguíamos siendo novios tanto como cuando éramos solteros.
El problema comenzó cuando en la intimidad, ella no se quería embarazar, por lo que yo no entendía cuál era la causa. Le preguntaba qué era lo que le pasaba, y me decía que nada, sino que simplemente no le gustaría embarazarse, porque no le gustaría que su carrera se viera trunca. Eso a mí me descontroló muchísimo porque habíamos platicado de eso en el noviazgo, y nunca me había manifestado cosa igual. Yo no sabía qué hacer, pues en las pláticas de novios, aprendimos que en la intimidad, todo tiene que ser por amor, evitando la irresponsabilidad con métodos anticonceptivos o cosas por el estilo. Ella también lo sabía, y sin embargo se resistía a quedar embarazada por lo que eso nos llevó a utilizar de esos métodos.
Llevamos ya 5 años de casados, y no hemos tenido familia por lo mismo. Yo quisiera que fuéramos una pareja normal, con nuestros hijos, y ver mi descendencia, que puedo procrear por amor, porque a ella la quiero muchísimo; pero eso es lo que no me deja en paz.
Le he preguntado a ella que si hay algo en el pasado que no me haya contado, o alguna enfermedad que no sepa yo, o algo que me quiera contar, y dice que no es nada, y no le gusta hablar de ese tema.
Padre, yo sinceramente por lo que la conozco, siento que tiene miedo a embarazarse, y al parto, porque ella es muy bella y siempre se cuida mucho, es una gran mujer en todos los sentidos; tanto física como intelectualmente.
Esta situación ya no la aguanto. No sé qué hacer. Yo la quiero muchísimo y me he pasado estos cinco años tratando de convencerla de lo contrario, pero mis esfuerzos son en vano. ¿Qué puedo hacer?
Mariano
Mariano:
Gracias por la valentía de contarnos tu situación tan delicada, y tan íntima; pero que, como bien lo mencionas tú, pueden servir a otros para que encuentren juntos una solución y busquen la felicidad en su matrimonio.
Algunas de las preguntas que se hacen en la presentación matrimonial cuando alguien tiene la intención de contraer matrimonio, es acerca de este tema de los hijos. Y tratando siempre de escudriñar acerca de la recta intención del cumplimiento de la finalidad del matrimonio, se les pregunta si se rechaza formalmente la posibilidad de tener hijos, dado que la finalidad del matrimonio es el bien de los esposos y la procreación y educación de la prole. Si la situación es que, se niegue la procreación intencionalmente porque no se quiere tener familia por fines personales o realización profesional, entonces esto le hace entrar probablemente en nulidad matrimonial, pues siempre hay que analizar con detenimiento cada caso.
Sin embargo Mariano, considero que aún después de tanto tiempo, se debe de afrontar con valentía la situación y ser bien claro con ella acerca de su intención. Si ella persiste en que no quiere tener hijos porque le trunca su realización profesional, entonces, estarás en libertad de solicitar un proceso de nulidad si tú así lo deseas. O también, no sé si ya lo hayas realizado, conviene que, se sometan ambos a un proceso psicológico y espiritual de pareja, porque seguramente habrá cosas que hay que arreglar. Espero que ella tenga disponibilidad.
Finalmente te preguntaría yo a ti: ¿qué tan cerca están ustedes de Dios?, ¿comulgan y van a misa todavía?, ¿han dejado entrar a Dios en su vida profesional, o lo han dejado solo para los domingos? Creo que aquí estará también gran parte de la respuesta, pues a Dios no se le puede relegar solo a los domingos y a los templos.
P. José de Jesús Ibarra Andrade