Tú, en cambio, quédate con lo que has aprendido y de lo que estás seguro, sabiendo de quiénes lo recibiste.
Además, desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras. Ellas te darán la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.
Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, rebatir, corregir y guiar en el bien.
Así el hombre de Dios se hace un experto y queda preparado para todo trabajo bueno.
Te ruego delante de Dios y de Cristo Jesús, juez de vivos y muertos, que ha de venir y reinar, y te digo:
predica la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, rebatiendo, amenazando o aconsejando, siempre con paciencia y dejando una doctrina.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México