AQUI ESTOY SEÑOR, PARA HACER TU VOLUNTAD.
No quisiste sacrificios ni ofrendas -lo dijiste y penetró en mis oídos- no pediste holocaustos ni víctimas.
Entonces dije: “Aquí estoy, de mi está escrito en el rollo del Libro.
He elegido, mi Dios, hacer tu voluntad, y tu Ley está en el fondo de mi ser”.
Publiqué tu camino en la gran asamblea, no me callé, Señor, tú bien lo sabes.
No encerré tus decretos en el fondo de mi corazón: proclamé tu fidelidad y tu socorro.
No oculté tu amor y tu verdad en la gran asamblea.
Pero que en ti se alegren y regocijen todos los que te buscan, y que repitan siempre: “¡Dios es grande!” los que desean tu salvación.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México