ATIENDEME, DIOS MIO, Y ESCUCHA MI ORACION.
Escuha mi grito, Señor, atiende a mis clamores, presta atención a mi plegaria pues no hay engaño en mis labios.
A ti te llamo, oh Dios, esperando tu respuesta; inclina a mí tu oído y escucha mi ruego.
Renueva tus bondades, tú que salvas del agresor a los que se refugian bajo tu diestra.
Guárdame como a la niña de tus ojos, escóndeme a la sombra de tus alas,
Y yo, como justo, contemplaré tu rostro, y al despertar, me saciaré de tu semblante.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal católico: Asamblea Eucarística.