Matan a pedradas a alcalde de Tancítaro
Por Genaro Valdivía.
Como mexicano me parece increíble lo que ha sucedido, pero más por las palabras de un procurador de justicia. Aparece esta noticia y cimbra nuevamente la paz de México: el alcalde interino de Tancítaro, Gustavo Sánchez Cervantes, y su secretario particular, Rafael Equihua Cervantes fueron encontrados alrededor de las 10.30 de la mañana de este lunes, atados de manos y vendados los ojos, muertos a pedradas cerca del poblado Angahua.
En entrevista radiofónica, el procurador de Justicia en Michoacán, Jesús Montejano, confirmó la muerte del funcionario. Este mismo comentó: “Es un evento que nos llama muchísimo la atención… requiere de darle la atención que corresponde para seguir la línea de investigación que nos permita esclarecer este asesinato. “Estamos preocupados pues es una situación (el homicidio) muy diferente a como lo hace el crimen organizado”, detalló: Gustavo Sánchez no militaba en ningún partido político, era maestro de primaria y deportista.
“Estamos preocupados”, palabras del procurador del estado de Michoacán, palabra que no denota la verdadera trascendencia del acontecimiento ni muchos menos de los signos de los tiempos; es una pena y tristeza que ya se acostumbraron las mismas autoridades a los desmanes del crimen organizado, el remarcar que no pertenecía a ningún partido político nos da entrever que todo el que milita en un partido tiene que ver en algo con el crimen organizado, interino y muy joven (antes todo el cabildo había renunciado), con un estilo diferente es asesinado el alcalde de Tancítaro; hoy entendemos porque muchos ciudadanos de Michoacán se han integrado al crimen organizado, las amenazas, el temor y las venganzas pues no es para menos, un estado de Michoacán con un gran potencial y riqueza territorial pero del cual hoy sólo se habla de un estado violento.
¿Cuántos crímenes e injusticias que las autoridades no les dan seguimiento?, ¿qué valor representa la vida de un michoacano?, ¿esto no hace duro el corazón del michoacano?, pero ¿cómo está el de nosotros?, pues tan sólo de pensar que estamos en manos de la violencia nos da una incertidumbre, en la vida diaria que en cualquier momento puede aparecer alguien que cobardemente quite la vida de un hombre, ¿cuántas viudas claman justicia?, ¿o quizá estén recibiendo dadivas del mismo crimen organizado?, ante esta realidad que podemos hacer ante el poder del crimen organizado y de quienes pertenecen a grupos que protege sus intereses y que una vez utilizado se desecha automáticamente.
Ante estas situaciones que con mayor frecuencia vivimos, ¿qué aspiraciones y esperanzas de vida y de planes se pueden tener?, mismos planes que pueden ser cortados antes de su cometido y cumplimiento; los hijos de los michoacanos muy pronto reflejarán esta violencia, ente momento claman a las autoridades incompetentes justicia, claman a los derechos humanos “justicia”, a los derechos de la familia “justicia”, aun sabiendo que esto no devolverá la vida de su ser querido, ellos gritan al gobierno justicia y la misma Iglesia grita “justicia”.