Su padre y su madre estaban maravillados por todo lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: “Mira, este niño traerá a la gente de Israel caída o resurrección. Será una señal impugnada en cuanto se manifieste,
mientras a ti misma una espada te atravesará el alma. Por este medio, sin embargo, saldrán a la luz los pensamientos íntimos de los hombres.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México