Comentario a los numerales 244 y 245 del documento “Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna” Llamamiento final a los hombres y mujeres inmiscuidos en la política.
Por Juan Revilla.
Este es uno de los puntos más delicados a tratar, más delicados porque es necesario volver a mencionar situaciones incomodas en la vida diaria del pueblo, da la impresión que existen dos bandos: el pueblo y el de los políticos; el pueblo está inconforme, dolido y hasta enojado con esta clase o bando de hombres y mujeres que sólo se han a cercado al pueblo para vivir del pueblo, las grandes sumas de dinero que ganan por ejercer un puesto vaya que dista de la realidad del pueblo, por eso la Iglesia hace un llamamiento final a esta clase o bando para que en primer lugar cumplan con lo que tienen que hacer, hacer bien su función por la fueron electos, no olvidarse de quienes son su prioridad.
La gran pobreza que existe en México no se puede ocultar ni omitir, por tanto no se puede ocultar tampoco la forma tan descarada de vivir por parte de nuestros políticos, la displicencia, el sarcasmo y una flojera mental que se ve en las cámaras de diputados y senadores irrita la voz del pueblo; vistiendo trajes finos, lociones, zapatos, pagando un estilista no de $35.00 pesos sino de $200.00, usando su esposa, hijos y él autos del año, escuelas de elite, comida en restaurantes, en bailes y lugares de diversión etc. etc. ¿Ve esto comúnmente en el pueblo?, ¿Sabe cuánto es el salario mínimo anual para un trabajador?, ¿Sabe quién les paga a los políticos?, ¿Sabe que cantidades reciben por el puesto que ejercen?
El numeral 244 encierra una realidad, la Iglesia excluida de la vida política no puede decir abiertamente la verdad de estas corrupciones de hombres y mujeres que parecen “epulones”, cito tal cual el numeral para mejor apreciación:
244. A los hombres y mujeres comprometidos con el bien común de la nación en el quehacer político les pedimos que no excluyan a nadie de sus preocupaciones, cuidando particularmente a los sectores más débiles de la sociedad. No pongan en primer lugar el interés personal, cediendo a la seducción de la corrupción y, sobre todo, salgan al encuentro de las situaciones más difíciles, con la creatividad necesaria, para servir a la paz y a la reconciliación.
La Iglesia está consciente de la vida diaria de un pueblo, sabe que el trabajador es exigido al 100% en su trabajo, hacerlo bien con calidad y trabajar en conjunto para fabricar un bien común, sus hijos van o no tienen escuela, visten uniformes que andan todavía regateando el precio caminando de un lugar a otros para encontrar el mejor, frijoles es la base de su dieta, se transportan en camiones, orugas para llegar a todos lados, sus fines de semana los pasan en casa, en parques o caminando los sábados entre aparadores buscando el mejor precio un artículo que falta en el hogar, ahhhh pero tenemos representantes políticos de lujo, envueltos en cajas de seguridad y que les gustan los reflectores de la televisión, que escenas nos muestran de ellos , como se la parten y con muchas sonrisas entre ellos, un gran sueño por tanto esfuerzo los invade, que orgullo para los hijos, novias y esposas de estos hombres y mujeres políticos, pero sabe, nadie es feliz del pueblo; por tanto la Iglesia les pide que de la misma forma que se exige el trabajo al trabajador ellos cumplan con su trabajo, su única prioridad es unirse como cámaras para dar una vida digna al pueblo, generar los instrumentos necesarios para que el mexicano viva bien.
El numeral 245 es muestra de este proceso de cambio donde se tiene que incluir está clase o bando, no sólo para cobrar el sueldo, sino para ser instrumentos de vida nueva, cito tal cual el numeral para mejor iluminación:
245. Los ciudadanos esperamos de quienes dirigen y militan en los partidos políticos un compromiso real con el bien común y con el desarrollo humano integral del pueblo de México. Este compromiso será evidente si en sus decisiones anteponen las exigencias éticas, que brotan del reconocimiento de la dignidad humana, a los intereses o conveniencias de partido. No defrauden a la ciudadanía cuando esta les confía quehaceres de gobierno. Hagan creíbles las convicciones contenidas en sus idearios por la coherencia de sus vidas y de sus compromisos políticos. Escuchen a los ciudadanos, no tomen decisiones que afectan a todos respaldados sólo en el apoyo de una frágil mayoría, sino en la certeza de que ante todo buscan la verdad, la libertad, la justicia y la paz.
¿Qué más puede uno comentar ante tal petición de la Iglesia? sólo concluir en estos dos numerales; la concha que han hechos nuestros políticos es inmune a muchas manifestaciones y voces del pueblo, oídos tapados vagan por las calles, corazones de acero conviven entre ellos, azadones que sólo jalan hacía su reino, elite que es comandada por dinosaurios voraces que con los últimos alientos gritan riqueza; grandes lemas describen a nuestros queridos hermanos de la política, “si quieres ser rico acércate a la política”, “la política inversión segura para toda tu vida”, “si te has decidido servir a la política prepárate para la corrupción” etc. etc., amigos cuando los ves a estos hermanos en la televisión causa una gran congoja en el corazón; los siete pecados capitales se reflejan en ellos, las nauseas ante la política no se hace esperar, no hay personaje más desacreditado en México que un político; promueven el honor, los valores, el trabajo, la unión y son los primeros en despedazar con lo proclamado con un fuero que los hace intocables, tanto es el poder de su lengua que mueve gente a seguirlos y votar por ellos, ¿A quién irle, al pinto o al colorado?, ¿al blanco, al azul, al amarillo?, que respuesta espera la Iglesia, recordando que todos somos Iglesia, pues si quiera <
Queridos amigos de la política, es difícil quitar la impresión que se tiene de ustedes, pero veras muchas cosas más grandes que el dinero si cumples fielmente con tu trabajo, rostros sonrientes, alegres, llenos de esperanza, veras progreso en las calles, en los hogares, hermanos con una educación digna, comida en las mesas, menos drogadicción, alcoholismo, , menos violencia; no te estoy hablando de un mundo irreal al contrario, ese el el plan del porque fue hecho el hombre “para que sea feliz” amigo quizá no te interese mucho la fe de la gente pero ¿no te gustaría por las dudas que tu nombre este en el libro de la vida?, ¿ser recordado como hombre digno de Dios?