¡Ay de ustedes, los primeros de la primera de las naciones, a quienes acude todo el mundo en Israel! Ustedes descansan en su orgullo y se sienten seguros en el cerro de Samaria.
Tendidos en camas de marfil o arrellanados sobre sus sofás, comen corderitos del rebaño y terneros sacados del establo,
canturrean al son del arpa y, como David, improvisan canciones.
Beben vino en grandes copas, con aceite exquisito se perfuman, pero no se afligen por el desastre de mi pueblo.
Por eso ustedes serán, ahora, los primeros en partir al destierro, y así se terminará con ese montón de ociosos.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México