No niegues un favor al que te lo pide, si tienes como hacerlo.
Si puedes hacerlo inmediatamente, no digas a tu prójimo: “Andate, vuelve mañana y te lo daré.
No le juegues a tu prójimo una mala pasada, siendo que confió en ti.
No pelees con otro sin motivo, siendo que nada malo te ha hecho.
No tengas envidia de los violentos, no imites su comportamiento;”
porque Yavé tiene horror de la gente sin conciencia, pues su amistad es para con los justos.
Yavé maldice la casa del malvado, bendice la morada de los justos.
Se burla de los burlones, concede su favor a los humildes.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía al misal Católico: Asamblea Eucarística. México