Cuando afirmamos “creo en el Espíritu Santo”, profesamos que el Espíritu Santo es una de las tres Personas de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo)
PREPARACIÓN PARA EL SACRAMENTO DE LA
CONFIRMACIÓN
TEMA QUINTO: CREO EN EL ESPÍRITU SANTO.
Antes de comenzar la lección, rezar con unción:
– Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo
– Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo
– Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
1 .- ¿Qué queremos decir cuando afirmamos “creo en el Espíritu Santo”?
Cuando afirmamos “creo en el Espíritu Santo”, profesamos que el Espíritu Santo es una de las tres Personas de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) O sea, que las tres divinas Personas son una misma substancia o naturaleza ( o dicho de otro modo) UN SOLO DIOS VERDADERO. Y TRES PERSONAS DISTINTAS.
2 .- ¿Aparecía claramente esta verdad, o sea, la existencia de la Persona del Espíritu Santo, en el Antiguo Testamento?
No, no aparecía claramente esta verdad en el A.T. puesto que la revelación de Dios ha sido gradual y progresiva. Así, el A.T. proclamaba muy claramente al Padre y más oscuramente al Hijo. El Nuevo Testamento, con la presencia y la enseñanza de Jesucristo que es la “plenitud de la revelación” (cfr. Heb. 1,1) revela esplendorosamente al Hijo, y con menos fuerza la divinidad del Espíritu.
3 .- ¿Cuál ha sido, pues, la acción del Espíritu Santo en la obra de la Redención?
El Espíritu Santo coopera con el Padre y el Hijo desde el comienzo del designio de nuestra salvación (cfr. Gén. 3,15) y hasta su consumación. Pero es “en los últimos tiempos” inaugurados por la Encarnación redentora del Hijo, cuando el Espíritu Santo se revela y nos es dado, siendo reconocido y acogido como Persona de la Santísima Trinidad.
4 .- ¿Cómo actúa hoy en el mundo y en los cristianos el Espíritu Santo?
El Designio divino de salvación de los hombres, que se consuma en Cristo, se realiza en la Humanidad por el Espíritu Santo, en la Iglesia de Dios:
• en las Sagradas Escrituras, inspiradas por el Espíritu Santo.
• En la Tradición y en el Magisterio, asistidos por el Espíritu Santo, para que no tenga errores en la transmisión de la Revelación a través de los tiempos.
• En los Sacramentos, que son acciones de Jesucristo, por los que el Espíritu Santo nos pone en comunión con Cristo.
• Cuando rezamos, porque el Espíritu Santo intercede por nosotros.
• En el testimonio de los santos, en los carismas que reciben algunas personas, en el apostolado y en la aventura de la vida misionera, etc.
5 .- Cómo aparece el Espíritu Santo, cuando llegó “la plenitud de los tiempos” ( Gál. 4,4,)
+ Juan Bautista: “Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan (Jn.1,16). Y Juan fue “lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre”(Lc. 1,15-41)
+ Anunciación y Encarnación de Jesús. La virgen María fue concebida sin pecado, por pura gracia. El Espíritu Santo preparó a María con su gracia. Convenía que fuese “llena de Gracia” la Madre de Aquel en quien “reside toda la plenitud de la Divinidad corporalmente” (Col. 2,9).
– (leer con admiración y asombro el evangelio de S. Lucas, 1, 24-38) –
Con justa razón, el ángel Gabriel la saluda con estas palabras:” Alégrate, llena de Gracia, el Señor es contigo” (Lc.1,28).
Cuando la Virgen, ante el anuncio de su maternidad, pregunta extrañada al ángel: “¿Cómo puede ser esto…? El ángel le contesta:” El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por esto, el Hijo engendrado será santo, será llamado Hijo de Dios” (Lc.1, 24-25)
+ Jesús, antes de marcharse de este mundo, promete a sus Apóstoles la venida del Espíritu Santo.
Aunque Jesús había hablado en numerosas ocasiones del Espíritu Santo (a los apóstoles, a la samaritana, a Nicodemo…), cuando ha llegado la hora en que va a ser glorificado, Jesús promete la venida del Espíritu Santo, ya que su Muerte y su Resurrección serán el cumplimiento de la Promesa hacha a los Padres:
*…yo rogaré al Padre, y os dará otro Abogado, que estará con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad (…); ése os lo enseñará todo y os traerá a la memoria todo lo que yo os he dicho” ( Jn. 14,16-17, 26).
* “… pero yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya. Porque si no me fuere, el Abogado no vendrá a vosotros; pro, si me fuere, os lo enviaré. Jn.16,7)
