la Iglesia toma otro rumbo, varios países renuevan su misma legislatura interna para impulsar con nuevos aires la fe; engranes desgastados, engranes averiados, engranes que ya no estaban trabajando a su capacidad son renovados para que esa máquina fina corra y se mueva.
La campaña de la Pastoral Social, engrane que mueve a toda la Iglesia.
Por Juan Revilla
Es grato llegar a cualquier parroquia y mirar las lonas alusivas a la campaña de la pastoral social, en pleno centro de la ciudad, específicamente en la plaza de los fundadores está una de bastante tamaño con ese Cristo con los brazos extendedidos y el buen samaritano, claro que ya nos es familiar pero, lo más importante que podemos notar es que los mismos cristianos católicos anhelaban este movimiento, algo nuevo, diferente; decimos constantemente que el católico no está acostumbrado a misionar o a formarse sólo que, nunca había estado tampoco bajo este movimiento contagioso, por eso la campaña de la pastoral social es ese engrane que faltaba para que esa gran maquinaria que es la Iglesia tuviera movimiento.
Los relojes suizos, son conocidos en todo el mundo por su exactitud, máquinas finas que durante años trabajan sin cesar pues, es así nuestra Iglesia siempre trabajando pero, hoy cambia el mantenimiento de esa máquina, se renuevan algunos engranes dañados por el tiempo como lo son: campaña de la familia y jóvenes, campaña sacerdotal, que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna, campaña de la pastoral social y la gran misión continental, renovación de una Iglesia que ahora aceitada trabaja a gran ritmo, un constante movimiento se vive en las parroquias y hoy más unidas que de costumbre; los sacerdotes cada cierto tiempo estan reunidos, capacitandose, viendo la marcha y las exigencias de estos cambios, cambios que son bien para todos pues, a los sacerdotes les hacía falta ese ritmo de jornada, se habían acostumbrado a celebrar misa y administrar los sacramentos, hoy no se puede estar así, el laico lo exige, por qué también está ofreciendo su tiempo, dedicación e incluso dejando actividades en el hogar, trabajo, escuela y familia.
Durante siglos nuestra Iglesia ha sido atacada, criticada y difamda, ya sabemos que otros quieren el poder, con vehemencia buscan estar en el puesto que Jesús dejo a nuestra Iglesia, por eso la historia es testigo que siempre Dios enviará hombres para fortalecer la Iglesia en los momentos de crisis aguda, a partir del Concilio Vaticano II, inspirado por el Espíritu Santo por medio de Juan XXIII, la Iglesia toma otro rumbo, varios países renuevan su misma legislatura interna para impulsar con nuevos aires la fe; engranes desgastados, engranes averiados, engranes que ya no estaban trabajando a su capacidad son renovados para que esa máquina fina corra y se mueva para lo que fue fundada “evangelizar”, ”llevar la salvación a los hombres”, “continuar la misión de nuestro Señor Jesús”.
Benditos engranes (la pastoral social), que humanizan al hombre, lo sensibilizan, lo hace comportarse como hombre, hace que actuemos como hijos de Dios, como cristianos, como católicos; vemos que el hombre fue hecho para el amor pero, la falta de esa práctica hace que no se plasme la verdadera naturaleza de los hijos de Dios, hoy cada uno de nosotros somos pequeños engranes, que todos tenemos una función y cuando algunos de ellos se botan, traban a la Iglesia y a su misión.
Por eso es significativo, renovarnos nosotros y empecemos con los pequeños engranes dañados, cambiarlos, sustituirlos, esos engranes que en nuestro interior se han deteriorado y que nos traban para no actuar como es debido, algunos de esos engranes son: la negligencia, la flojera, la crítica, la soberbia, la ira, la desconfianza, etc. Cada uno de nosotros conocemos que engrane está trabado en nuestro interior; esa experiencia con engranes nuevos, renovados, engrasados traerá nuevos aires a nuestra vida, a nuestra familia, a los negocios y sobre todo a nuestra Iglesia, vale el intento analizar cuál es ese engrane que no deja que funcionemos bien, que caminemos a la felicidad.