Cuando los fariseos supieron que Jesús había hecho callar a los saduceos, se juntaron en torno a él.
Uno de ellos, que era maestro de la Ley, trató de ponerlo a prueba con esta pregunta:
Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?.
Jesús le dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.
Este es el gran mandamiento, el primero.
Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Toda la Ley y los Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico . Asamblea Eucarística. México