¡Soy José! No sé quien es mi padre ni mi madre, ni tampoco cuantos años tengo. Cuando todavía no sabia andar, me tenía una mujer que me cargaba, después yo aprendí a andar y ella desapareció.
CAPITULO V
LA PERSONA DE JESUCRISTO
25. Jesús y la gente humilde
A LECTURA DEL TEXTO DE LA VIDA
Un hecho de la vida de hoy
¡Soy José! No sé quien es mi padre ni mi madre, ni tampoco cuantos años tengo. Cuando todavía no sabia andar, me tenía una mujer que me cargaba, después yo aprendí a andar y ella desapareció. Nunca he almorzado o comido; como pan y frutas que compro con el dinero que me dan por la calle. Jamás me he cambiado de ropa y por la noche cuando me da frío me envuelvo en periódicos.
Palabras de un menor abandonado, de unos cuatro años. Menores abandonados y pobres necesitados, pordioseros y mendigos los puedes encontrar a cada paso cuando vas por las calles, a la entrada de los grandes edificios, en los almacenes menores (porque en los grandes no les permiten entrar), por las puertas de las casas pidiendo las sobras, etc. Pero es que hay tantos maleantes entre ellos que yo ya no me animo a darles nada. Ya fui engañado tres veces
¡Basta! dijo la señora Eugenia. Hoy dos terceras partes de la humanidad es pobre, muchos pasan hambre y no tienen casi nada.
Un hecho del tiempo de la Biblia
Cierto día Jesús fue a comer a casa de Lázaro. María derramó un frasco de perfume carísimo sobre los pies de Jesús. Judas y algunos otros se indignaron diciendo: ¿Por qué no vender ese perfume por 300 denarios (más o menos un salario de 300 días) y dar el dinero a los pobres?Jesús no estaba de acuerdo con esta manera de pensar. Pobres los tendrán siempre con ustedes y si quieren pueden hacerles el bien. Pero a mi no siempre me van a tener (Mc 14,3-7 y Jn 12,5) A pesar de esa afirmación un tanto extraña, Jesús mismo hizo un bien muy grande a los pobres. Quedaba aterrado y enternecido de ver al pueblo abandonado y tirado por tierra como ovejas sin pastor (Mt 9,36). Echaba sobre sus hombros todas las miserias de su pueblo (Mt 8, 17). Y pasó por este mundo haciendo el bien (Hechos 10,38). La Buena Nueva del Reino era especialmente para los pobres: Lc 4,18;7,22. Ahondemos en el hecho de vida para ver si se da también en nuestra vida de hoy
Animador:
Pobres los tendrán siempre con ustedes, dijo Jesús. Todavía hoy tenemos pobres ¡y muchos! ¿Por qué existen pobres? ¿Será que no quieren subir o que los otros nolos dejan? ¿Qué hacer por ellos? Veamos esto detenidamente.
– Cuenta un caso semejante al del pequeño José
– Delante de la pobreza, Judas pensó de una manera, Jesús de otra y la señora Eugenia deotra. ¿Cuál de las tres es hoy la más frecuente? ¿Hay otras? ¿Cuales?
– Has tenido ya delante de los pobres la misma reacción que ¿Eugenia?
– ¿Tuviste la reacción de los que se indignaron por el gasto del perfume?
– ¿Le parece extraña la reacción de Jesús? ¿Cómo explicarla?
– ¿Por qué existen tantos pobres? ¿De quién es la culpa?
– ¿Has conocido alguna vez un pobre honesto y trabajador que, a pesar de todos sus esfuerzos no consigue vencer la pobreza? Cuenta.
B LECTURA DEL TEXTO DE LA BIBLIA
Oigamos lo que dice la Biblia sobre la actitud de Jesús frente a los pobres
– Pobre es cualquiera que no tiene lugar debajo del sol en la sociedad. El pobre es como alguien que quedó colgado de un tren en marcha. Veamos cómo encaró y enfrentó Jesús este problema.
Lectura del Evangelio de San Lucas(4,14-22).
– Se hacen unos momentos de silencio. Descubramos el mensaje que tienen para nosotros HOY las palabras de Jesús
– El momento es solemne. Por primera vez Jesús anuncia públicamente el programa que va a realizar aquí en la tierra. Por eso leamos una vez más los versículos 18-19 y digamos cada uno: cuál es el punto que más te impresionó del programa de Jesús. ¿Por qué?
– Pobres, presos, ciegos y oprimidos son los que no tienen cabida en nuestra sociedad. Allí no hay lugar para ellos. Sin embargo, ellos son los que tienen la preferencia en el Reino de los Cielos. ¿Estamos tomando todo esto en serio? ¿De qué manera?
– En la comunidad de los primeros cristianos, no había necesitados, ni pobres, pues los otros cristianos les ayudaban: Hechos 4,34-35. Y hoy, aquí en nuestro pueblo ¿Hay o no pobres? ¿Podremos llamarnos cristianos?
– Jesús vino a acoger a los pobres, sin embargo, ¿por qué hay todavía pobres? ¿Fracasó Jesús? ¿Dónde radica la causa de esto? ¿En Jesús o en el Evangelio que no tienen fuer za de convicción o en otros? Responde con sinceridad y con hechos.
– Las comunidades cristianas deberían ser las señales del reino de Dios donde los pobres, presos, ciegos y oprimidos, son acogidos y promovidos. ¿Existen estas comunidades en nuestro barrio? ¿Conoces alguna?
– Hay comunidades que se llaman cristianas pero que no hacen nada de lo que ese nombre significa. ¿Es verdad ?
– Jesús leyó el texto de la profecía y dijo: Esto se realiza y se cumple aquí y ahora. Acabamos de leer el mismo texto. ¿Se realiza también para nosotros esa profecía aquí y ahora? ¿De qué modo? ¿Solamente oyéndola?
– Hay cristianos que dan gracias a Dios de que existan pobres, así tienen la oportunidad de hacer caridad y ganarse el cielo . ¿Qué opinas de esto?
– Todos quedaron admirados de las palabras de Jesús, pues no pasaba de ser el hijo del carpintero. ¿Pasa igual hoy? ¿Se toma a Jesús en serio?
– ¿Está el Espíritu Santo en la base de nuestra vida? (cfr. versículos 14 y 18): ¿Cómo y dónde se manifiesta hoy?
– ¿Cómo haremos para poner en práctica las enseñanzas de Jesús hoy?
26 Jesús y los niños
A LECTURA DEL TEXTO DE LA VIDA
Un hecho de la vida de hoy
Durante un sermón comenzó a llorar un niño y entonces el predicador, un tanto fastidiado interrumpió el sermón. La madre hizo lo posible por taparle la boca al niño pero no pudo en principio, al fin lo consiguió. Pero, poco después volvió a oír la voz del niño todavía más fuerte. El predicador paró en seco y gesticulando dijo: ¡Por favor, saque de la iglesia ese niño! ¡esto no es un parque infantil! Salió la madre y el sermón continuó. En otro lugar, también durante un sermón un niño comenzó a llorar, la madre se levantó y ya iba saliendo cuando le dijo el sacerdote: Puede quedarse señora, yo voy a hablar más fuerte, ¡no hay problema!. La madre se quedó, el niño continuó su lloriqueo y el sacerdote siguió su sermón.
Otro hecho: Pasó en un autobús: Niño levántate y dale el puesto a esa señora! ¿Por qué mamá? Ella tiene en la mano una bolsa muy pesada. ¡Yo también tengo en la mano un paquete muy pesado! Y ¡Carlitos no se levantó! La madre se quedó sin saber qué hacer, roja de vergüenza.
Un hecho de la vida del tiempo de la Biblia
Algunas personas presentaron sus niños a Jesús para que él los tocara; y los discípulos reprendieron a esa gente. Jesús, al ver esto, se indignó y les dijo: Dejen que los niños vengan a mí. ¿Por qué se lo impiden? El Reino de Dios es para los que se parecen a los niños, y les aseguro que quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él. Jesús los abrazaba y luego ponía sus manos sobre ellos para bendecirlos . Profundicemos más en este hecho para ver si ocurre también en nuestra vida
Animador:
Los apóstoles y uno de los dos predicadores, no quisieron saber nada de los niños. Jesús y el otro predicador acogieron a los niños. ¿Cuál es la actitud correcta del adulto frente al niño? Veámoslo detenidamente:
– Cuenta un hecho semejante al de Carlitos en el autobús en que el niño en su simplicidad dice cosas que nos dejan sin respuesta.
– El niño depende de los adultos. Estos para todo quieren enseñarle con el peso de la autoridad y del castigo. ¿Qué opinas tú de esto? ¿Es cierto?
– En la educación que das a los niños, ¿qué actitud tomas? ¿La actitud del que sólo quiere enseñar o del que también tiene algo que aprender de los niños y de los jóvenes?
– Jesús dice que los niños tienen algo que enseñar a los adultos, pues los mayores deben llegar a ser como niños para entrar en el Reino de Dios. ¿Qué se puede aprender de un niño?
– Cada uno de los dos predicadores tenía razón. Pero se trata de otro problema: ¿Tienen obligación las madres con niños pequeños de ir a misa?
– Son los adultos quienes preparan el mundo donde los niños y los jóvenes van a vivir mañana. ¿Qué opinas tú de eso? ¿Aceptan eso los jóvenes? ¿Por qué sí y por qué no?
B. LECTURA DEL TEXTO DE LA BIBLIA
Animador:
Muchos se preocupan solamente de lo que deben enseñar a los niños. Jesús se preocupa también de convencer a los adultos de que pueden aprender algo de los niños.
Oigamos lo que dice:
Lectura del Evangelio de Jesucristo según San Mateo(18,1-7;10)
Descubramos el mensaje que las palabras de Jesús tienen para nosotros hoy
Animador:
Jesús habla de dos cosas: de aquello que los adultos, inclusive los apóstoles, pueden aprender de los niños, y de aquello que los niños pueden y deben aprender y recibir de los adultos.
– Jesús dice que debemos parecernos a un niño (v. 3). Es claro que sí quieres parecerte a un niño, debes aprender de él. ¿Has aprendido algo de ellos? ¿Que cosas?
– Los apóstoles discutían entre sí quien era el mayor de su grupo. La presencia de un niño los dejó avergonzados. ¿Conoces algún hecho en el que algún niño dejó avergonzados a los adultos por algo bueno que realizó?
– Hoy, con el progreso de la ciencia, de la pedagogía y la reforma de la enseñanza, la más grande preocupación de los adultos es la de formar bien a sus hijos. ¿Existe igual preocupación en los padres de familia y en los adultos de aprender de los niños y de los jóvenes? Responde con hechos concretos si es posible.
– ¿Para qué sirve la escuela? ¿Para hacer que los niños piensen como adultos o para ayudarles a ser ellos mismos?
– Cristo parece que insiste en que los niños tienen mucho que enseñar a los adultos. ¿Qué es lo que los niños nos pueden enseñar?
– Resumiendo: Jesús dijo que para poder llegar a ser mayor, uno debe hacerse tan pequeño como un niño. ¿Cómo debemos ser entonces?
– Los adultos pueden escandalizar a los niños (versículos 7 y 10). En este punto Jesús es muy severo. ¿Conoces casos de éstos?
– Al fin de cuentas, ¿por qué será que Jesús da tanta importancia a los niños y los defiende con tanta tenacidad contra los adultos? Lee una vez más el 10 para ver si encuentras la respuesta.
– ¿Qué haremos de concreto para llevar a la práctica en nuestra vida estas enseñanzas de la Palabra de Dios?