Si han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios.
Preocúpense por las cosas de arriba, no por las de la tierra.
Pues han muerto, y su vida está ahora escondida con Cristo en Dios.
Cuando se manifieste el que es nuestra vida, también ustedes se verán con él en la gloria.
Por tanto, hagan morir en ustedes lo que es “terrenal”, es decir, libertinaje, impureza, pasión desordenada, malos deseos y el amor al dinero, que es una manera de servir a los ídolos.
No se mientan unos a otros: ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus vicios
y se revistieron del hombre nuevo que no cesa de renovarse a la imagen de su Creador hasta alcanzar el perfecto conocimiento.
Ahí no se hace distinción entre judío y griego, pueblo circuncidado y pueblo pagano; ya no hay extranjero, bárbaro, esclavo u hombre libre, sino que Cristo es todo en todos.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico : Asamblea Eucarística. México