Hijo mío, actúa con tacto en todo, y serás amado por los amigos de Dios.
Mientras más grande seas, más debes humillarte; así obtendrás la benevolencia del Señor.
Porque si hay alguien realmente poderoso, ése es el Señor, y los humildes son los que lo honran.
El obstinado se verá colmado de pruebas; es pecador y acumula pecados y más pecados.
No hay remedio para la miseria del orgulloso: el mal ha echado raíces en él.
El hombre sabio medita las máximas en su corazón; todo lo que el sabio desea es hallar a alguien que lo escuche.
El agua apaga las llamas de la hoguera; la limosna borra los pecados.
El que responde de manera generosa asegura su porvenir: cuando esté a punto de caer encontrará un apoyo.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México