SEÑOR, TU ERES NUESTRO REY.
Reina el Señor, vestido de grandeza,
el Señor se revistió de poder,
lo ciñó a su cintura,
el mundo está ahora firme e inamovible.
Tu trono está erigido desde siempre,
pues tú eres, Señor, desde la eternidad.
Nada hay más seguro que tus palabras,
tu casa es el lugar de la santidad,
oh Señor, día tras día y para siempre.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico : Asamblea Eucarística. México