¿A quienes se les llama Doctores de la Iglesia?
Concepto y autoridad
Los tres requisitos para que alguien pueda ser considerado Doctor de la Iglesia, según Benedicto XIV, son: insigne santidad de vida, doctrina celestial eminente y reconocimiento o declaración expresa del Sumo Pontífice: cfr. De servorum Dei beatificatione et canonizatione, lib. IV, 2, c. 11, n° 8-16; Juan XXIII, en AAS 51 (1969) 460. Con respecto al concepto de Padre de la Iglesia, el de Doctor de la Iglesia no siempre implica la antigüedad, pero exige necesariamente una ciencia extraordinaria y una aprobación más solemne de la Iglesia. La liturgia especial en las fiestas o memorias de los Doctor de la Iglesia incluye una antífona propia del Magnificat (O Doctor optime) en el Oficio divino, y Misa propia: In medio Ecclesiae (desde 1960 se ha suprimido de ella el Credo: cfr. Rubricae Breviarii et Missalis Romani, Roma 1960, n° 476). En la argumentación teológica, los textos de los. Doctores de la Iglesia, si no son al mismo tiempo Padres de la Iglesia, suelen ser citados entre los de los teólogos, si bien su consensus o uniformidad dogmática adquiere un valor mayor cualificado en virtud de la declaración de la Iglesia. Sin embargo, se han de tener siempre en cuenta el estado de la teología en su tiempo y la posible evolución del dogma tanto para interpretarlos fielmente como para juzgar con objetividad su doctrina. Por eso a veces, como en lo que respecta a la Inmaculada Concepción de María, la doctrina negativa de algunos grandes Doctores de la Iglesia (S. Bernardo, S. Buenaventura, S. Tomás) ya no puede ser mantenida hoy sin caer en herejía.
Origen histórico
El concepto de Doctor de la Iglesia tiene sus raíces en el concepto de didáskalos en el N. T. (cfr. TWNT 11,154163) y en el tiempo posapostólico (cfr. Carta de Bernabé, 1,8; Pastor de Hermas, Compar. 9,22,2; Martirio de S. Policarpo, 12,3). La Iglesia reconoció a esos didáskaloi o doctores como testigos de la teología de su tiempo (cfr. Acta Conciliorum Oecumenicorum, ed. E. Schwartz, Berlín 914 ss., 1-1,96). En el s. v, Vicente de Lerins llama doctores o magistri probabiles a aquellos maestros de algún modo reconocidos en la Iglesia (cfr. Commonitorium, 15,23,41,42), así como S. Benito (Regla, c. 9), el Decreto Gelasiano (c. 4) y S. Gregorio Magno (PL 77,4913). El Papa Agatón llama a S. Ambrosio mégas didáskalos (Manei, X1,267). En la Iglesia latina eran reconocidos especialmente como Doctor de la Iglesia los cuatro Padres de la Iglesia: S. Ambrosio, S. Jerónimo, S. Agustín y S. Gregorio Magno; su aprobación canónica y litúrgica definitiva se debe a Bonifacio VIII en 1295. En la Iglesia oriental bizantina se celebra desde el s. IX la fiesta de los «tres jerarcas y Doctores Ecuménicos»: S. Basilio, S. Gregorio Nazianceno y S. Juan Crisóstomo, el 30 de enero. A partir del s. XVI, los Papas nombran Doctor de la Iglesia a Padres y teólogos debido a nuevas y diversas circunstancias: el humanismo eclesiástico que llevó a un conocimiento directo de los Padres griegos; la estabilización y las polémicas mutuas de las escuelas teológicas y de las órdenes religiosas; las peticiones de las naciones cristianas, y la tendencia a dar una fundamentación más genuina a la evolución teológica en Dogmática, Moral y Ascética y Mística. La antigua S. Congregación de Ritos era la encargada de examinar atentamente la ortodoxia de todos los escritos de los candidatos a Doctor.
como podría tener toda esa información acerca de los padres y doctores de la iglesia
Mi estimado Mario: Paz y bien para i y los tuyos.
Te envio a tu correo el material sobre los santos padres y los doctores de la Iglesia , espero te sea de utilidad.
Dios te bendice,
es impresinante todo lo que he encontrado entre su trabajo arduo,los felicito
Buenas tardes hermanos alguien me podría informar, hace mucho tiempo que yo entraba a una página de internet que hablaba, sobre la explicación de los evangelios explicados por los santos padres pero perdí la página , es que este compendio lo hizo un santo pero no recuerdo quien les agradecería muchas gracias. Bendiciones.