Una parte del lema de la Iglesia actual dice: “Iglesia renovada”, es evidente a la vista de muchos que estamos más inmersos en la Iglesia que es cierto, es una realidad, y para concluir o poner la cereza en el pastel, el Espíritu Santo guía a nuestra Iglesia a la trasparencia, trasparencia que se necesita para que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna,
El Espíritu Santo y la gran actividad de la Iglesia católica. Exigencia de transparencia.
Por Juan Revilla.
Desde el año de 1965, muchos católicos y cristianos, no hemos cesado de dar gracias a Cristo Jesús en cumplir la promesa ofrecida a los qué creen en él, nos ha asistido con el Espíritu santo anunciado en sus evangelios y concluido de manera tangible en el libro de los hechos de los apóstoles, mismo que se manifestó en el primer pentecostés, hoy más que felices, los que amamos a nuestra Iglesia, todavía saboreamos el olor agradable del Espíritu Santo que asistió el Sacrosanto Concilium II, no dejamos de alabar y glorificar al Espíritu Santo que ha suscitado tal movimiento en la Iglesia.
El fortalecimiento con los diferentes programas, más concreto con el plan diocesano de pastoral (PDP) que se sigue en la Iglesia está cerrando de forma ciclónica con la última etapa que contiene: La campaña de familia y valores, la campaña sacerdotal, hoy la campaña de pastoral social y que todo conlleva a la gran misión continental con una Iglesia renovada, manifestada en el documento conclusivo de aparecida.
Las diferentes parroquias que integran las arquidiócesis, muestran un crecimiento integral en su acción pastoral, la integración del seglar es fundamental, la gran cantidad de diáconos permanentes ha hecho posible una mayor cobertura de los diferentes territorios parroquiales, hoy es muy común ver gente laica y seglar llevar las actividades de evangelización, predicación, catequesis, formación sacramental, preparación litúrgica, gente que se ha compenetrado con el magisterio de la Iglesia y la luz del evangelio.
La Iglesia va caminando en estrecha comunión con la feligresía y entre más sea el movimiento y su participación se va generando una nueva cultura en la Iglesia, misma que puede aprovechar la Iglesia en limar y perfeccionar uno de los grandes problemas del gobierno y de la iniciativa privada, de las instituciones, de dependencias y asociaciones y me refiero a la:” trasparencia”, La Iglesia a visualizado la realidad de un México, hoy que todavía la Iglesia goza de buena credibilidad, la Iglesia puede poner también ejemplo basado en el documento “Qué en Cristo nuestra paz México tenga digna vida”, la trasparencia es un clamor del país para nuestros dirigentes y si la Iglesia lo hace obligará también a muchos a cambiar y hacer confiable su actividad y en su estructura; nuestra Iglesia a soportado embates furiosos y cizañosos. Que buscar despedazar a la Iglesia y sin embargo, El Espíritu Santo sostiene sus pilares y este mismo Espíritu exige también esa renovación de trasparencia pues. El Espíritu Santo es la verdad y el mundo no puede entenderlo: Jn 14:17 “el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros.”, la Iglesia si conoce al Espíritu Santo por eso exige que la Iglesia sea como el vidrio que deja pasar la luz de la verdad, siendo trasparente en todo, cierto es reconocer que unos cuantos desubicados, ambiguos y perdidos han hecho quedar mal a la Iglesia por eso, está puede ser la oportunidad que todos en comunión, Iglesia, feligresía, laicos, seglares y gobierno generemos un país digno de Dios, un México en la verdad y en Espíritu.
Amigos, los tiempos de esta época exige trasparencia, los pilares que sostuvieron a nuestra Iglesia en la antigüedad bastaron para sostenerla en ese tiempo pero, hoy son otros tiempos otra época y es demandante en cuanto al ejemplo vivo de una Iglesia coherente, que ante los ojos de Dios que por esfuerzo no quede y guiados por el Espíritu santo la Iglesia puede ser esa pastora del pueblo, rogamos al Espíritu Santo que asista en la buena conducción de la Iglesia y a nuestros sacerdotes, para que a esa luz todo sea trasparente y en el Espíritu de la verdad, para que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna..