Aquí viene una palabra que Yavé dirigió a Jeremías:
Levántate y baja a la casa del que trabaja la greda; allí te haré oír mis palabras.
Bajé, pues, donde el alfarero que estaba haciendo un trabajo al torno.
Pero el cántaro que estaba haciendo le salió mal, mientras amoldaba la greda. Lo volvió entonces a empezar, transformándolo en otro cántaro a su gusto.
Yavé, entonces, me dirigió esta palabra:
Yo puedo hacer lo mismo contigo, pueblo de Israel; como el barro en la mano del alfarero, así eres tú en mi mano.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico : Asamblea Eucarística. México