CASI NO ESTOY CON MI ESPOSA E HIJOS, PORQUE TENGO QUE TRABAJAR
Sábado 12 de Junio de 2010 por Redacción · Deja un Comentario
Padre José de Jesús:
Quiero agradecerle el espacio que nos da a todas las personas que tenemos la dicha de leer este magnífico medio de comunicación, y que además, es muy diferente a todos los demás, ya que éste nos da la oportunidad de formarnos acerca de nuestra religión, y de seguir formándonos en nuestros valores y principios.
Quiero compartirle que yo me encuentro un poco desesperado, pues no he logrado ser un buen esposo ni padre de familia, ya que desde hace un tiempo, no he logrado tener buena comunicación ni con mi esposa ni con mis hijos.
A veces me siento como si fuera alguien totalmente ajeno a ellos. Me voy muy temprano a trabajar, y llego muy tarde. Incluso, cuando llego, ellos ya están dormidos y no quiero despertar a mi esposa para que me haga la cena, y prefiero ir directamente a la cama.
Ella me ha reclamado mucho que no estoy con ellos, que mis hijos imploran mi presencia; pero lo que ella no entiende es que yo tengo que trabajar. Gracias a Dios tengo un buen trabajo, y aunque no nado en la abundancia, no nos hace falta nada, y gracias a mi trabajo, ellos tienen un vida digna.
Aunque reconozco que casi no estoy con ellos porque incluso a veces tengo que viajar los fines de semana, sin embargo, también reconozco que no soy mala persona, y me esfuerzo por ser bueno. Pero esto me ha traído muy preocupado últimamente, y no encuentro qué hacer.
Nunca dejo de ir a misa, aunque sea voy yo solo, pero siempre voy, y me gusta comprar el periódico Gaudium, porque me ha ayudado mucho para mi casa y mi trabajo. Ahora le pido a Usted alguna orientación.
Francisco Parra Bárcenas
Francisco:
Te agradezco que siempre nos leas en el Semanario Gaudium.
Alabo tu entereza para el trabajo y tu preocupación para que a tu familia no le falte nada, y no lo dudo que materialmente ellos se encuentren muy bien, y aunque no lo mencionas, estoy seguro que te has esforzado por darles una buena educación.
Sin embargo Francisco, aunque comentas que no les hace falta nada, creo que les haces falta tú, porque están creciendo con la ausencia de la figura paterna. Estoy seguro que de seguir así, tus hijos recordarán con gratitud tu trabajo, tu esfuerzo, tu dedicación, y te lo agradecerán, dalo por hecho. Pero creo que no te recordarán a ti como el padre que siempre quisieron tener.
Yo sé que cuando se tiene un buen trabajo como el que mencionas tener, es difícil dejarlo de un día para otro, porque ello implicaría carencias materiales en muchos ámbitos. Creo que puedes hacer un análisis serio y profundo sobre la manera en que puedes ir alternando tu trabajo y tu familia. Es más, incluso yo considero que tu familia tiene prioridad sobre cualquier trabajo.
¿Para qué quieres que, en tu ancianidad, tengas a unos hijos profesionistas y exitosos, sin que materialmente les haga falta nada, pero con indiferencia o frialdad hacia su padre? El cariño y el amor que tus hijos demandan de ti, y lo que ellos te pueden dar, no lo compras con todo el dinero del mundo.
Dedícale tiempo a tus hijos, juega con ellos, ríe, canta, baila; pero también reprende, corrige, orienta, pues es de sabios educar a sus hijos en tiempo y forma.
Con respecto a tu esposa, atiéndela, ten detalles con ella como cuando eran novios, busca tener momentos para ustedes dos, dialoga, y dense la oportunidad de una reconquista, pues aunque están casados, han estado física y espiritualmente ausentes.
Gracias nuevamente por tu correo.
P. José de Jesús Ibarra Andrade
Me uno al comentario del hermano Francisco Parra. Yo tambien estaba y estoy en una situacion similar. Comento que durante 14 años trabaje para una empresa la cual poco a poco fue absorbiendo todo mi tiempo, no niego que economicamente estuvimos bien y digo que estuvimos, ya por situaciones de alejamiento hacia a mi familia y por razones de presion en el trabajo, tome la desicion de cortar de un dia para otro todo este tiempo. Durante casi dos años no logre encontrar trabajo, emprendi varios proyectos pero ninguno tuvo exito. En la actualidad el empleo en el cual me desarrollo me esta absorbiendo mucho mas tiempo que en mi empleo anterior, pero sin los ingresos minimos que se requieren.
En lo que me he apopyado mucho es en el Señor. Me integre en el Grupo de Evangelizacion de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, la cual es la Parroquia a la que asisto.
Me ha costado mucho trabajo reencontrarme con mi familia y mas con este trabajo, ruego al Señor que me permita encontrar una actividad en la cual pueda combinar mi tiempo entre Dios Nuestro Señor, Mi Familia y una actividad que me brinde recursos minimos necesarios para satisfacer mis necesidades.
Es este mi testimonio y doy Gracias al Señor que me permitio compartirlo.
Saludos y que el Señor los siga Vendiciendo.
Luis Ernesto Gutierrez.