mientras esperan y ansían la venida del día de Dios, en la que los cielos se desarmarán en el fuego y los elementos se derretirán por el calor.
Mas nosotros esperamos, según la promesa de Dios, cielos nuevos y una tierra nueva en que reine la justicia.
Con una esperanza así, queridos hermanos, esfuércense para que Dios los encuentre en su paz, sin mancha ni culpa.
Consideren que las demoras de nuestro Señor son para nuestra salvación, como lo escribió nuestro querido hermano Pablo con la sabiduría que le fue dada,
Así, pues, queridos, estando ya advertidos, tengan cuidado para que esa gente extraviada no arrastre a los que estaban firmes y los haga caer.
Crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él la gloria, ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico : Asamblea Eucarística. México