Yavé me creó -fue el inicio de su obra-
antes de todas las criaturas, desde siempre.
Antes de los siglos fui formada,
desde el comienzo, mucho antes que la tierra.
Aún no existían los océanos cuando yo nací,
no había fuente alguna de donde brotaran los mares.
Las montañas no habían aparecido,
ni tampoco había colinas cuando fui dada a luz.
Yavé no había hecho ni la tierra ni el campo,
ni siquiera el primitivo polvo del mundo.
Yo ya estaba allí cuando puso los cielos en su lugar,
cuando trazó en el océano el círculo de los continentes,
cuando formó las nubes en las alturas,
y reguló en el fondo de los mares el caudal de sus aguas,
cuando le impuso sus fronteras al mar,
un límite que no franquearían sus olas.
Cuando ponía los cimientos de la tierra,
yo estaba a su lado poniendo la armonía.
Día tras día encontraba en eso mis delicias
y continuamente jugaba en su presencia.
Me entretengo con este mundo, con la tierra que ha hecho,
y mi gusto más grande es estar con los humanos.
Biblia Latinoamericana /se toma como guía el misal Católico : Asamblera Eucarística. México