¿Son iguales todas las religiones?
Uno de los fenómenos que hoy acontece en nuestra sociedad con muchísima frecuencia y que es de alarma, es regresarnos al pensamiento del relativismo. Protágoras mantuvo un lema que hoy en la actualidad mucha gente quiere adoptar, su frase “el hombre es la medida de todas las cosas” permite que el hombre sea puesto una vez más sobre todas las cosas, adorándose así mismo y a lo que crea, pero más aún una postura cómoda del relativismo es decir: “que cada uno tiene su verdad”, abre un mundo de pensamientos sin ninguna restricción.
En estos últimos años hemos presenciado un gran crecimiento de las sectas en toda América Latina. ¿Responde esto a un crecimiento normal de las religiones? Definitivamente que no. Muchas sectas han crecido por medio de un plan fríamente elaborado para destruir o debilitar la Iglesia Católica y su influencia en cada región.
Algunas de estas sectas son financiadas por los grandes grupos económicos de EE. UU., verdaderas transnacionales proselitistas que invierten millones en propaganda, vendiendo o distribuyendo revistas, libros y folletos. Todo un aparato y estructura para derribar y usurpar a la Iglesia, primero introduciendo a través de los medios de comunicación y en los mismos libros y revistas el pensamiento: “ todas las religiones son iguales” Pasan de casa en casa, convidan a personas poco iniciadas en su formación y poco instruidas en la Biblia y bajo pretexto de orar con ellos les arrebatan su mayor tesoro que es la fe católica.
En segundo lugar, un daño que ocasionan estas empresas con sus métodos de trabajo para obtener sus perversos fines, es el destruir la identidad del mismo ser humano, el sentido de pertenencia y la dignidad de hombres y mujeres usados e instruidos como simples objetos que repiten una y otra vez lo que se les enseña, como si estuvieran lavando su cerebro y metiendo y grabando a alguien que no es él.
Por eso no podemos permanecer pasivos ante esta realidad y vamos a dar aquí un vistazo a algunas de las principales sectas o religiones que vemos a nuestro alrededor, no con el afán de polemizar o ver si se tiene la razón, sino con el único objetivo de dar una orientación a quienes la necesitan, hermanos en formación y pocos crecidos en la fe. Por lo demás, todo el mundo tiene derecho a saber quién es quién y su pensamiento.
Digamos primero que Jesús quiere una sola Iglesia. Esto es precisamente lo que Él le pidió al Padre en su oración sacerdotal: «Que todos sean uno como tú, Padre, estás en mí y yo en ti» (Jn. 17, 21). Y si Cristo quiso la unidad de todos sus seguidores ¿qué podemos pensar de los que siembran la división?.
¿Qué podemos pensar de aquellos que, con el correr de los siglos, han querido encontrar a Dios creando nuevas religiones? ¿No será que con esta actitud entorpecen el plan de Dios y en lugar de construir la unidad colaboran a la división?
Conclusión
Con plena seguridad, con una convicción al 100% y con conciencia formada en Cristo, muchos hombres y mujeres podemos asegurar que no son los mismo las diferentes religiones, ese pensamiento es risorio e ingenuo, si el hombre es la máxima inteligencia en el mundo con estos pensamientos ofenden al mismo hombre, no amigos claro que no hay comparación con las otras religiones, para el católico Cristo es la plenitud, Su Espíritu Santo el motor de nuestras vidas y nuestro Padre el creador de todo cuanto hay en una sola persona, y guiados por la Iglesia sustentada en el primado de Pedro que hoy representa Benedicto XVI. ¡Nunca va ser lo mismo las religiones, nada que comparar ni argumentar. La pregunta que te haría amigo ¿es lo mismo tu familia que la de tu vecino?, ¿es lo mismo tu esposa que la del vecino?, ¿es lo mismo tus adorables hijos que los de tu vecino?, te lo dejo de tarea hermano.
Juan Revilla
Escuela de pastoral San Pío X
León Gto. Mex.