TU SALVACION, SEÑOR ES PARA TODOS, ALELUYA
Bendigan, pueblos, a nuestro Dios,
que se escuchen sus voces, que lo alaban,
porque él nos ha devuelto a la vida
y no dejó que tropezaran nuestros pies.
Vengan a oírme los que temen a Dios,
les contaré lo que hizo por mí.
Mi boca le gritaba alabanzas
Si hubiere visto maldad en mi corazón,
el Señor no me habría escuchado.
Biblia latinoamericana / se toma como guía el Misal Católico : Asamblea Eucarística. México