La Importancia del catequista, llevar al ¡Jesús vivo!.
Uno de los puntos fundamentales después de que el hombre y la mujer tienen una experiencia personal con Cristo Jesús, es ¿como hacer que perdure ese momento único?, revivir en Jesús, el reencuentro con el Padre perdido, el regreso al amor, el regreso a la casa paterna perdida, no se sabe en que momento olvidada y dejada.
Después de ese momento la Iglesia planea la forma de cómo darle seguimiento para hacer crecer esa fe recuperada, ¿integrarse a una pequeña comunidad?, ¿promover la lectura de la palabra de Dios?, ¿Acercarlo más a los sacramentos (eucaristía)?….Todo eso es excelente pero he ahí donde el área profética hace su transformación, como se entrelazan la evangelización y la catequesis, llego el momento de un estudio progresivo y sistemático, la parte exacta donde es necesario hacer crecer la fe ya despertada de ese encuentro con Jesús, que estuvo dormida después del bautismo.
¡Bienvenido catequista!, ¡bienvenido a la catequesis!, constructores del reino de Dios, benditos de mí Padre, es hora de sentir, de pensar y razonar al lado del Padre, el árbol de la vida se abre para que se alimenten y crezcan.
¡Sí!, que realidad tan contundente, tu enseñanza es Cristo céntrica, pero bendita revelación Cristo céntrica que nos revela al Padre, Nos muestra al Padre Jn 1, 18, Dios va a instruir a su pueblo, a sus hijos amados, sólo falta escuchar y aprender Is 54, 13.
Hoy también es una realidad, el Concilio Vaticano II está dando frutos, la semilla está dando frutos, la palabra hace su obra, no regresa al Padre sin haber hecho lo que tiene que hacer Is 55, 10-11,
El fruto del trabajo de la Iglesia católica esta redituando y haciendo verdad lo que la carta a los hebreos dice: “Porque la palabra es viva y eficaz y más cortante que una espada de doble filo, penetra hasta la división del alma y del espíritu, hasta lo más profundo del ser y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” Heb 4, 12.
Hoy es tiempo de empezar a trabajar con mayor ánimo, la Iglesia exige que los planes que adecuen los ministerios y la arquidiócesis se lleven a cabo conjuntamente y en el tiempo previsto, vivimos al Jesús resucitado, viva la Iglesia y más fuerte que nunca, lista para recibir la acción renovadora del Espíritu Santo una vez más en pentecostés.
Juan Revilla
Escuela de Pastoral de San Pío X
León Gto.