Nota en la Celebración vespertina puede leerse Lucas 24,13-35 los Discípulos de Emaús.
El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro.
Echa a correr y llega a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: “Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.”
Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro.
Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro.
Se inclinó y vio los lienzos en el suelo; pero no entró.
Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve los lienzos en el suelo,
y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a los lienzos, sino plegado en un lugar aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó,
pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.
Los discípulos, entonces, volvieron a casa.