Dad gracias a Yahvé, porque es bueno, porque es eterno su amor!
¡Diga la casa de Israel: es eterno su amor!
Mi fuerza y mi canto es Yahvé, él fue mi salvación.
Clamor de júbilo y victoria se oye en las tiendas de los justos: “La diestra de Yahvé hace proezas,
magnífica es la diestra de Yahvé, la diestra de Yahvé hace proezas”.
No he de morir, viviré y contaré las obras de Yahvé.
Te doy gracias por escucharme, por haber sido mi salvación.
La piedra que desecharon los albañiles se ha convertido en la piedra angular;
esto ha sido obra de Yahvé, nos ha parecido un milagro.