Yo seguía mirando, y oí el clamor de una multitud de ángeles que estaban alrededor del trono, de los Seres Vivientes y de los Ancianos. Eran millones, centenares de millones
que gritaban a toda voz:
Digno es el Cordero degollado
de recibir poder y riqueza, sabiduría y fuerza,
honor, gloria y alabanza.
Y les respondían todas las criaturas del cielo, de la tierra, del mar y del mundo de abajo. Oí que decían:
Al que está sentado en el trono y al Cordero,
la alabanza, el honor, la gloria y el poder
por los siglos de los siglos.
Y los cuatro Seres Vivientes decían “Amén”, mientras los Ancianos se postraban y adoraban
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el Misal Católico Asamblea Eucarística. México