Yahvé dijo a Moisés y a Aarón en el país de Egipto:
“Este mes será para vosotros el primero de los meses; será para vosotros el primer mes del año.
Decid a toda la comunidad de Israel: El día diez de este mes cada uno tomará una res por familia, una res por casa.
personas y la ración que cada cual pueda comer.
Será una res sin defecto, macho, de un año. La escogeréis entre los corderos o los cabritos.
La guardaréis hasta el día catorce de este mes; y, congregada toda la comunidad de Israel, la inmolará al atardecer.
Tomaréis luego la sangre y untaréis las dos jambas y el dintel de las casas donde la comáis.
Esa noche comeréis la carne. La comeréis asada al fuego, con ázimos y con hierbas amargas.
La comeréis así: con la cintura ceñida, los pies calzados y el bastón en la mano; y la comeréis de prisa. Es la Pascua de Yahvé.
Esa noche yo pasaré por el país de Egipto y mataré a todos los primogénitos del país de Egipto, de los hombres y de los animales, y haré justicia con todos los dioses de Egipto. Yo, Yahvé.
La sangre os servirá de señal en las casas donde estéis. Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo; y no os afectará la plaga exterminadora, cuando yo hiera al país de Egipto.
Este día será memorable para vosotros; en él celebraréis fiesta a Yahvé; de generación en generación como ley perpetua, lo festejaréis